Autoridades y organizaciones de Cuba recordaron la víspera la trascendencia del joven revolucionario Julio Antonio Mella. Foto: Archivo/RHC.
La Habana, 11 ene (RHC) Autoridades y organizaciones de Cuba recordaron la víspera la trascendencia del joven revolucionario Julio Antonio Mella, asesinado el 10 de enero de 1929 en México, cuando solo tenía 25 años de edad.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, desde su cuenta oficial en Twitter, evocó la frase con la cual el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, definiera a Mella: "El cubano que más hizo en menos tiempo", y aseguró que su impronta "vive en nuestros jóvenes, quienes están a la vanguardia".
También desde esa plataforma, la viceministra primera de Educación Superior, Martha del Carmen Mesa, señaló el legado del antiimperialista y la importancia de volver a sus ideas.
El presidente del Movimiento Juvenil Martiano, Yusuam Palacios, calificó al líder estudiantil como un joven paradigmático, un revolucionario de verdad.
Mientras, la Federación Estudiantil Universitaria, fundada por Mella en 1922, le rindió homenaje y destacó, "tenía 25 años cuando fue asesinado (...) Sin embargo, su figura se multiplicó y resurge cada día en miles de jóvenes".
Julio Antonio Mella (1903-1929), nacido en La Habana, desarrolló en su corta existencia una actividad política que lo convirtió en líder de talla internacional.
En 1923 organizó y dirigió el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, e inauguró la Universidad Popular José Martí, con el propósito de impartir instrucción política y académica a los trabajadores.
Luego, en 1925, junto a Carlos Baliño, precursor del pensamiento marxista en el país, fundó el Partido Comunista de Cuba, así como la Sección Cubana de la Liga Antiimperialista de las Américas.
Por sus acciones y rebeldía, fue expulsado de la Universidad de la Habana, detenido por las autoridades (en la cárcel se declara en huelga de hambre) y forzado al exilio, desde donde se vincula al movimiento internacional.
Después de recibir dos balazos en Ciudad de México, dijo como últimas palabras: "Machado me mandó a matar. Muero por la Revolución", en referencia al dictador de turno en la entonces neocolonia cubana, Gerardo Machado. (Fuente: Prensa Latina)