El hambre es un arma en el arsenal de los gobiernos estadounidenses
desde que Dwight Eisenhower ocupaba la Casa Blanca (1953-1961).
Washington, 5 jun (RHC) Si el presidente estadounidense Joe Biden quiere apoyar los derechos humanos en Cuba debería poner fin al bloqueo de Washington contra la isla, consideró William M. LeoGrande, profesor de la Universidad Americana de Washington.
El académico sugirió a la Casa Blanca levantar las medidas impuestas por el anterior mandatario norteño, Donald Trump, principalmente eliminar el límite de las remesas y el derecho de los residentes en Estados Unidos a viajar a la isla.
No se requiere una revisión profunda de las políticas para reconocer que existe una crisis en Cuba debida, en parte, a las políticas estadunidenses, expresó el investigador, quien llamó al actual ejecutivo demócrata a remediarla como obligación moral y por ser también una promesa electoral.
En un artículo titulado Estados Unidos-Cuba: el hambre como arma, LeoGrande señala que la mayor de las Antillas importa el 70 por ciento de los alimentos y las sanciones de Washington, unidas a la crisis económica global derivada de la pandemia, provocan escasez en la nación caribeña.
El profesor universitario subraya que el hambre es un arma en el arsenal de los gobiernos estadounidenses desde que Dwight Eisenhower ocupaba la Casa Blanca (1953-1961).
Recordó cómo el entonces subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Lester D. Mallory, propuso intentar por todos los medios debilitar la economía de Cuba, producir hambre y desesperación para lograr el derrocamiento del entonces joven gobierno revolucionario.
El núcleo del embargo, que incluye la prohibición de venta de alimentos y medicinas, se mantiene invariable desde que el expresidente John F. Kennedy lo oficializó, apuntó el especialista.
Agregó que la campaña de 'máxima presión' del gobierno de Trump continúa y aun si Estados Unidos autorizara la venta de alimentos a Cuba, al intensificar las sanciones económicas, queda limitada la capacidad cubana de obtener ingresos suficientes para adquirir insumos.
El texto de LeoGrande expone que la comunidad internacional considera el uso de la comida como instrumento de coerción y una violación del derecho humanitario internacional, de acuerdo con la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Precisamente, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Cuba presentará el próximo 23 de junio la resolución que cada año pide el fin del bloqueo, una votación pospuesta en 2020 debido a la pandemia de Covid-19.
En el debate más reciente de una moción en la ONU contra esta medida punitiva, en noviembre del 2019, el texto obtuvo el respaldo de 187 de los 192 países miembros.
El presidente Biden, el secretario de Estado, Antony Blinken, y otros integrantes de la administración, han reiterado que Cuba no es un tema prioritario para su gobierno, y tras casi cinco meses en el poder, se mantienen intactas las 243 medidas punitivas impuestas por el anterior jefe de la Casa Blanca. (Fuente:PL)