La Azitromicina es un fármaco utilizado en los protocolos de tratamiento de la pandemia a nivel mundial, lo que incrementa su demanda y le dificulta al país la adquisición de los insumos productivos. Foto: Granma.
La Habana, 21 agos (RHC) La situación actual de Cuba con la disponibilidad de medicamentos, sobre todo aquellos destinados a la venta a la población en las farmacias, sigue siendo muy compleja, por disímiles causas que van desde el difícil contexto nacional, hasta la crisis internacional, en un mundo marcado, igualmente, por una grave coyuntura económica y el avance de la pandemia de la COVID-19.
Sin embargo, a partir de las acciones para ir superando, paulatinamente, las dificultades de la industria farmacéutica, en estos momentos la tendencia de la producción de medicamentos marcha hacia la recuperación, según aseguró a la prensa Rita María García Almaguer, directora de Operaciones y Tecnología de BioCubaFarma.
En lo que resta de año –precisó la directiva– se prevé que las afectaciones vayan disminuyendo y que, por tanto, el número de faltas al final de 2021 sea inferior al que se presenta hoy; o sea, que de los 359 medicamentos que conforman el cuadro básico, 251 deben estar abastecidos en el Sistema Nacional de Salud al cierre del presente calendario.
No obstante, y a pesar de que se está trabajando para resolver, en el menor tiempo posible, las situaciones que se van presentando, el déficit de fármacos no se va a solucionar de inmediato.
Al respecto, García Almaguer señaló que, al ser un fenómeno global que abarca gran parte de los países, se presentan constantemente dificultades para importar los medios necesarios: demoras en la llegada de las materias primas, cierre de fábricas productoras de insumos, inestabilidad en los proveedores internacionales, obstáculos para el financiamiento y las operaciones bancarias producto del bloqueo económico, entre otras cuestiones.
A su vez, hay un 30 % del cuadro básico de medicamentos que va a continuar afectado, debido a que se enfocó la recuperación de la producción en aquellos que ostentan la máxima prioridad, como son los controlados por tarjeta, los indicados para enfermedades crónicas y los antibióticos.
En cuanto a los fármacos que produce BioCubaFarma con destino al uso hospitalario (por ejemplo, los correspondientes al protocolo de atención a pacientes con la COVID-19), explicó García Almaguer que, al recibir mayor prioridad, se ha podido garantizar su cobertura entre un 70 % y un 80 %, mientras que para los restantes ya se cuenta con los recursos para la fabricación.
Por su parte, los que van destinados a la red de farmacias, aún mantienen afectaciones, aunque se ha trabajado en las tarjetas de control y en aquellos utilizados en el tratamiento de enfermedades crónicas, agregó.
ANTIBIÓTICOS ORALES EN FASE RECUPERATIVA
Entre los medicamentos de amplio uso en la población que han estado en falta durante varios meses en la red de farmacias se encuentran los antibióticos orales. Sin embargo, desde el mes de julio se reactivó la fabricación de estos fármacos y en la actualidad se producen varios de ellos, como la Amoxicilina, la Cefalexina, la Cefixima, el Co-Trimoxazol y la Ciprofloxacina.
La Directora de Operaciones y Tecnología de BioCubaFarma precisó que los insumos para casi todos los antibióticos orales están en el país, lo cual no quiere decir que van a estar disponibles inmediatamente, debido, además de a la recuperación paulatina que van teniendo las producciones, a la alta demanda y a la capacidad productiva.
«Es importante que la población conozca que vamos a la tendencia a la recuperación de los antibióticos; que habrá antibióticos, pero no todos a la vez», recalcó, al tiempo que subrayó que esta es una industria altamente regulada que necesita un tiempo prudencial para el análisis de la calidad, tanto de la materia prima como del producto final.
Precisamente, en las dos plantas de producción disponibles de la Empresa Laboratorio Farmacéutico 8 de marzo se está fabricando en estos momentos varios de los antibióticos orales que estarán llegando a la población a partir del mes de septiembre.
La máster en Ciencias Xenia Madrazo Sagre, directora general de esa entidad, detalló que desde julio iniciaron la elaboración. En la planta de los penicilánicos se fabrica actualmente la Amoxicilina en suspensión oral de 250 miligramos (mg) para edades pediátricas, y en cápsulas de 500 para adultos.
Por su parte, en la planta de las cefalosporinas orales se elabora la Cefixima de 100 mg, y la Cefalexina de 250 mg para niños y de 500 mg en cápsulas para adultos.
Expresó la directora de la 8 de marzo que, con las materias primas que arribaron a la empresa, está garantizada la producción de las cefalosporinas para lo que resta del año, mientras que en el caso de los penicilánicos hay cobertura para dos o tres meses, tiempo que puede variar en dependencia de las gestiones que se realizan para adquirir más insumos, una vez que la entrada de productos ha sido más sistemática y se trabaja para la estabilidad de estos antibióticos altamente demandados.
Los equipos que ponen en marcha las plantas productoras de esta empresa no han estado exentos de contratiempos, por las dificultades que se han presentado con las piezas de las maquinarias.
El ingeniero en Automática Aslán Mora Pérez, especialista del grupo de mantenimiento encargado de garantizar el funcionamiento de los equipos, declaró que ha sido un reto difícil mantenerlos funcionando, por la falta de piezas de repuesto y problemas con los proveedores.
No obstante, todos han puesto «su granito de arena», por lo que representan estas plantas para resolver el abastecimiento de medicamentos en la nación, destacó.
LA AZITROMICINA SERÁ PARA USO HOSPITALARIO POR EL MOMENTO
En el caso de la Azitromicina, antibiótico altamente demandado en el tratamiento de la COVID-19 y que ha sido objeto de ventas ilícitas a precios elevados en el mercado negro, también se reinició recientemente la producción en la UEB Novatec, perteneciente a la Empresa Laboratorios MedSol.
Sin embargo –puntualizó García Almaguer– debido a la alta demanda de este medicamento, lo que se está produciendo actualmente no alcanza para llevar a la red de farmacias, por lo que se va a garantizar el abastecimiento, por el momento, solo a los centros hospitalarios donde se atienden pacientes positivos al SARS-COV-2.
«Hoy no es posible llevarla a las farmacias por la cantidad de principio activo que tenemos en el país; solo nos da la posibilidad de ir garantizando las de uso hospitalario», indicó la directiva de BioCubaFarma, quien también añadió que la Azitromicina es un producto utilizado en los protocolos de tratamiento de la pandemia a nivel mundial, lo que incrementa su demanda y le dificulta al país la adquisición de los insumos productivos.
Sumado a ello –apuntó–, la producción de los fármacos para el tratamiento de la COVID-19 en el país no se asemeja a las cantidades planificadas en tiempos normales. Por ejemplo, el plan de producción mensual de la Azitromicina es de 536 111 tabletas, y en la actualidad se está produciendo alrededor de un millón de tabletas mensuales, que aun así no cubre toda la demanda por la complejidad de la situación epidemiológica.
No obstante, aunque por el momento este antibiótico será destinado a los centros asistenciales, debe haber una continuidad de producción en los próximos meses que permitiría llevarlo, paulatinamente, a las farmacias del país, de acuerdo con Maité Dieguez, directora adjunta de la Empresa Laboratorios MedSol.