Una nota divulgada por esa institución se consigna que en la  operación no regresaron dos de los interceptados en el mar, lo que constituye una violación de los acuerdos migratorios suscritos entre ambos países.

Los días 9 y 18 de agosto pasados las cerca de 50 personas retornaron tras ser partícipes de ocho salidas irregulares desde la isla por vía marítima, precisó la fuente.

Detalló que de los ocho hechos, siete fueron detectados e informados en tiempo real por las Tropas Guardafronteras cubanas al Servicio de Guardacostas, y sobre seis se realizaron acciones persuasivas y de acompañamiento hasta el límite de las aguas territoriales de la nación caribeña.

Una de las salidas ocurrió con apoyo del exterior en una lancha rápida procedente de los Estados Unidos, por un punto de la costa norte de la central provincia de Villa Clara.

Estas personas fueron trasladadas a una instalación de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del Minint, para cumplir con los procedimientos de higiene y epidemiología de rigor por la situación sanitaria debido a la pandemia de la Covid-19.

Según los protocolos del Ministerio de Salud Pública, quienes entran al país deben realizarse un PCR e ingresar a un centro de aislamiento por el período dispuesto.

El comunicado enfatizó en que la no devolución de la totalidad de los migrantes ilegales incumple con lo dispuesto en la Declaración Conjunta Cuba-Estados Unidos del 12 de enero de 2017, en la que ambos gobiernos ratificaron el compromiso de garantizar un desplazamiento regular, seguro y ordenado.

La cancillería de La Habana asegura que el principal responsable de los flujos de viajeros irregulares desde la isla y con destino al país norteño, es la propia administración de ese país, a partir de la aplicación de su política migratoria, considerada un instrumento más de la hostilidad de Washington hacia Cuba.