Foto: Archivo/RHC
La Habana, 13 oct (RHC) El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez denunció este miércoles que el Gobierno de EE.UU. emplea una estrategia multidimensional contra nuestro país, que incluye la presión económica y el financiamiento a quienes apoyan su agenda desestabilizadora.
En su cuenta en Twitter, el canciller señaló que “EE.UU. combina política de máxima presión para asfixiar a Cuba y campaña de desinformación brutal, con el financiamiento y promoción abierta de aquellos que se prestan a su agenda desestabilizadora de ´cambio de régimen”.
El funcionario compartió, además, un editorial del diario Granma, que revela los objetivos de una marcha convocada para noviembre próximo, cuyos organizadores poseen probados vínculos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el Gobierno de Estados Unidos.
La víspera varias autoridades municipales de la isla caribeña negaron la autorización a la convocatoria, mediante comunicados que evidenciaron sus fines ilícitos y de doble moral.
En su editorial, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba retomó el Artículo 45 de la Constitución, según el cual “el ejercicio de los derechos de las personas solo está limitado por los derechos de los demás, la seguridad colectiva, el bienestar general, el respeto al orden público, a la Constitución y a las leyes”.
Advirtió que el derecho a la manifestación no puede utilizarse para subvertir el sistema político, derrocar el proyecto socialista o para establecer alianzas con grupos y organizaciones que reciben financiamiento desde la nación estadounidense.
Desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, la administración republicana del expresidente Donald Trump (2017-2021) incrementó 60 nuevas sanciones económicas contra la nación antillana, a las 243 medidas de bloqueo aplicadas desde el inicio de su mandato.
A la permanencia de esta conducta por el actual gobierno estadounidense de Joe Biden, se suman las campañas de desinformación y la confrontación en el terreno comunicacional, a partir del empleo de herramientas digitales y redes sociales, que aprovecharon la compleja situación económica derivada de la pandemia y su impacto en el turismo y demás sectores económicos.
Estas acciones tienen como elemento añadido los llamados a la violencia y a crear desorden social, que han provocado la denuncia de las autoridades cubanas en diferentes escenarios. (Fuente: PL)