San José, 25 dic (RHC) El profesor universitario en Costa Rica Abner Barrera exaltó la ética de la Revolución cubana en un extenso artículo titulado Cuba y el "sacrificio aparente del honor", divulgado hoy aquí en redes sociales.
«La ética de la Revolución cubana, enraizada en la tradición martiana-fidelista, demostró a lo largo de su historia el respeto por la vida de sus adversarios y enemigos, y se convirtió en un modelo sui géneris», sostiene Barrera.
Refiere que este 2021 quedará registrado en la historia de la nación caribeña como uno de los años difíciles enfrentados por la Revolución, pues se juntaron dos condiciones principales, las cuales hicieron creer a los enemigos de Cuba que había llegado la hora de la implosión del socialismo en ese país.
Esas condiciones -precisa- fueron la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico con las 243 sanciones aprobadas por la administración del exmandatario estadounidense Donald Trump.
Dichas política agresiva es mantenida hoy por Joe Biden, por lo que lo considera «el mejor trumpista».
Recuerda que el Imperio (norteamericano) ha utilizado contra la Revolución cubana todo tipo de planes para derrotarla: sabotajes, invasiones, leyes, bloqueos, guerra sicológica, acciones terroristas, plagas, dengue hemorrágico, peste porcina, planes para asesinar a dirigentes, guerra mediática, tecnologías y armas de última generación, entre muchas otras.
Esta vez, cuenta, el despliegue periodístico de los oligopolios de la comunicación logró manipular a mucha gente, incluso a personas de «izquierda», con la falacia de que Cuba era un Estado fallido, y señala que cuando era la hora de estar con la víctima, ellos se pusieron del lado del victimario.
Comenta que Estados Unidos, seguro de contar con todo el poderío, planeó para el 15 de noviembre pasado, asestarle el golpe final a esa nación, a través de una gran marcha en la que los enemigos esperaban enfrentamientos, represión policial, detenciones, sangre, y hasta muertos.
Pero en Cuba -prosigue-, nadie perdía el sueño, el pueblo que es el primer defensor de su Revolución, velaba organizadamente por ella, y el resultado de ese día es conocido: fue la isla quien asestó el golpe al nuevo Trump de la Casa Blanca, y con él a los oligopolios mediáticos, a la Agencia Central de Inteligencia y a sus secuaces dentro y fuera del país antillano.
«¿Cómo Cuba, un país pequeño y del Tercer Mundo resiste al mayor imperio de la historia, y revierte y neutraliza sus planes genocidas?», pregunta Barrera.
Tras apuntar que la modestia de la Revolución ha hecho que divulgue poco sobre cómo opera su servicio de inteligencia, asevera que lo cierto es que va un paso adelante de los planes de sus enemigos.
Además, reproduce que en una entrevista los exagentes cubanos Raúl Capote (Daniel), profesor universitario, y el médico Carlos Vázquez (Fernando), recordaron que en 1987 el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, expresó: «el sacrificio más grande que hace un agente de la seguridad cubana es el ‘sacrificio aparente del honor'».
«Eso lo hacen las personas íntegras y solo puede ser entendido por quienes aman a su patria», concluye Barrera. (Fuente: PL)