Caricatura de Enrique Núñez Jiménez
La Habana, 13 may (RHC) El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, recordó hoy al escritor, humorista y teatrista cubano Enrique Núñez Rodríguez, al conmemorarse el centenario de su natalicio.
Desde su cuenta en Twitter, el mandatario calificó a Núñez Rodríguez como un amigo entrañable que cumple 100 años y no hay modo de recordarlo sin sonreír.
Su optimismo cubanísimo y su compromiso con la Revolución los resumía en una frase: «Tanta gente buena no puede estar equivocada». Celebre toda Cuba su alegría, que lo sobrevive, expresó.
Originario de Quemado de Güines, provincia de Villa Clara, Núñez Rodríguez desempeñó en sus inicios diversos trabajos hasta descubrir su pasión por la literatura, oficio que lo catapultó como un narrador por excelencia dentro de la isla caribeña.
En los años 40 del pasado siglo vendió su bicicleta para mudarse a La Habana, donde se convirtió en columnista de humor social y político en los periódicos Siempre, Pueblo y ZigZag. De esa historia de vida surgió en 1989 uno de sus libros.
Recordado por un auténtico sentido del humor, el también periodista prestigió con su pluma la colección del mejor teatro vernáculo cubano y entre sus piezas sobresalen Dios te salve comisario, Voy abajo, El bravo, La sirvienta, y Sí, señor juez.
De esta habilidad para hacer reír nacieron sus crónicas de domingo que publicaba el periódico Juventud Rebelde, sección que mantuvo durante años y con la cual conquistó gran popularidad dado su ingenio para reflejar la realidad cubana.
Aún permanece en el recuerdo su incursión en la televisión con la serie El mambisito y la telenovela inspirada en la vida del médico y científico cubano Carlos Juan Finlay, paradigma del audiovisual y de la mezcla de ficción y realidad.
Oye como lo cogieron, Yo vendí mi bicicleta, Mi vida al desnudo, Gente que yo quise, El vecino de los bajos y Martí y el Humor son algunas de las obras literarias de este autor, símbolo de la cultura e identidad nacional.
Por sus aportes al mundo de las letras le otorgaron numerosos reconocimientos, entre ellos, tres Premios Nacionales, el de Periodismo José Martí en 2001, el de Humorismo en igual año y el de Radio en 2002.
Su fértil obra refleja con apego su aforismo: el humor sirve para decir las verdades más grandes del mundo, hacer reír sin ofender y sobre todo criticar sin vulgaridades. (Fuente: Prensa Latina)