Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 15 may (RHC) La quinta Conferencia Agrícola Estados Unidos-Cuba finalizará hoy con la aspiración de afianzar los nexos entre productores de los dos países, pese a las restricciones inherentes al bloqueo de Washington contra la isla caribeña.
En la sesión inaugural, el congresista norteamericano Rick Crawford aseguró que mantener este tipo de encuentros constituye un progreso, aunque todavía “no estamos donde quisiéramos estar”.
Tenemos que continuar nuestro diálogo para llegar a donde queremos llegar lo más rápido posible, de modo que podamos enfrentar los problemas de la seguridad alimentaria, abundó el representante republicano por Arkansas.
Al decir del presidente de la consultora “Focus Cuba”, Paul Johnson, la conferencia debía servir para escuchar, aprender y regresar con acciones concretas necesarias, ya sea un tratado comercial o el compromiso de continuar estos intercambios.
También, el comisionado de Agricultura de Luisiana, Michel Strain, destacó las expectativas favorables y recordó un reciente diálogo con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en ocasión de una visita a La Habana, organizada por la Asociación Nacional de Departamentos de Agricultura de Estados Unidos (Nasda, por sus siglas en inglés).
Es momento, opinó, de ir paso a paso, negociar de buena fe, resolver nuestras diferencias, restablecer el comercio y trabajar juntos para mejorar nuestras relaciones.
Por los estadounidenses, acudieron a la cita empresarios y representantes agrícolas de todas las zonas del país, mientras los anfitriones conformaron su delegación con campesinos, cooperativistas, integrantes de micro, pequeñas y medianas empresas, directivos del Ministerio de la Agricultura y de organizaciones no gubernamentales.
El titular cubano de la Agricultura, Ydael Pérez, asistió el pasado lunes a la inauguración, en la que el jefe del Grupo Empresarial Agrícola, Orlando Linares, caracterizó las prioridades de la política de Estado en materia de seguridad alimentaria, así como los daños inherentes al bloqueo económico, financiero y comercial mantenido por el Gobierno de Estados Unidos contra esta nación caribeña.
A juicio de las autoridades, el sector agrícola norteamericano ha sido uno de los más activos y dinámicos en favor de la mejoría de las relaciones bilaterales y del levantamiento de medidas coercitivas.
El activismo de los granjeros fue fundamental para que en el 2000 el Congreso estadounidense aprobara la ley de Reforma de las Sanciones y ampliación de las exportaciones, que permitió a Cuba comprar alimentos allí, aunque en condiciones desventajosas.
Además, los discretos montos de las importaciones son incomparables con el enorme daño del bloqueo en las finanzas y los efectos de su aplicación extraterritorial en terceros mercados, expuso el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. (Fuente: Prensa Latina)