Rodríguez (C) abogó por una reforma que aborde cuestiones de gobernanza y representación.
Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 25 sep (RHC) El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez reclamó este miércoles en Nueva York, una reforma urgente de la arquitectura financiera global al advertir su incapacidad durante siete décadas para apoyar a los países en desarrollo cuando más lo necesitan.
El canciller aseguró que, por el contrario, el sistema financiero ha sido eficiente únicamente en reproducir un esquema de colonialismo moderno a expensas de las reservas del Sur.
Durante una reunión ministerial abierta, convocada por la presidencia brasileña del G20 en coincidencia con el debate de la Asamblea General de la ONU, el titular demandó una reforma urgente, profunda e integral, con discusiones abiertas en escenarios de intercambios como la Organización de Naciones Unidas.
“El actual orden económico internacional es rehén de políticas y listados unilaterales, como el ilegal y criminal bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba y la fraudulenta inclusión de nuestro país en la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo”, denunció.
Rodríguez abogó por una reforma que aborde cuestiones de gobernanza y representación y acceso a la financiación, así como tomar debidamente en cuenta los legítimos intereses de los países en desarrollo.
“En tanto, los programas del Fondo Monetario Internacional deben diseñarse para que sean anticíclicos y estén alineados con los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible”, dijo.
A la par, instó a fomentar un sistema de votación en estas instituciones, alejado del poder económico, lo que es profundamente discriminatorio y antidemocrático.
A juicio del jefe de la diplomacia cubana, el actual contexto demanda de un urgente aumento de la base de capital real de los bancos multilaterales de desarrollo, y mayor foco en proveer financiamiento concesional.
Alertó que “debe racionalizarse el papel de las agencias de calificación crediticia, que hoy fungen como juez y parte en el mismo mercado que regulan”.
El canciller cubano insistió, además, en una agenda climática que respete el principio de equidad y de responsabilidades comunes, aunque diferenciadas y de capacidades respectivas.
Como parte de estos esfuerzos, remarcó la necesidad de cumplir con la Ayuda Oficial al Desarrollo, un compromiso de larga data de los países desarrollados.
Asimismo, pidió renovar y poner en práctica un Marco Común para el Tratamiento de la Deuda, que incluya el alivio y la cancelación con plazos fiables, así como cláusulas para proporcionar alivio y reestructuración ante catástrofes naturales o choques macroeconómicos. (Fuente: Prensa Latina)