Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
La Habana, 5 nov (RHC) Stéphane Dujarric, vocero del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres confirmó este martes, en Nueva York, que el organismo sigue de cerca la trayectoria del huracán Rafael, el segundo fenómeno que tocará tierra en Cuba en las últimas semanas.
“Nosotros y nuestros socios humanitarios estamos brindando asistencia vital y apoyando la respuesta del Gobierno para ayudar a aproximadamente 1,5 millones de personas que se vieron afectadas por el reciente huracán”, dijo el portavoz en conferencia de prensa.
Agregó que la ONU coordina con las autoridades de la isla previo al impacto del fenómeno hidrometeorológico, mientras asisten a la recuperación tras el paso del ciclón Oscar, a finales de octubre, por el extremo oriental de la isla.
Desde la pasada semana, la Oficina de Naciones Unidas en Cuba presentó un plan que espera reunir 33 millones de dólares, de socios y actores de la comunidad internacional centrado en San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa, los municipios guantanameros más impactados.
Como parte de esa iniciativa, el organismo confirmó la asignación de 3,5 millones de dólares de su Fondo Central de Respuesta a Emergencias.
El coordinador residente de la ONU en Cuba, Francisco Pichón dijo que el llamamiento se enfoca en seis sectores vitales: agua, saneamiento e higiene; albergues temporales, vivienda y recuperación temprana; educación; logística; salud; y seguridad alimentaria y nutrición.
El plan apoyará los esfuerzos para satisfacer las necesidades urgentes de las personas más afectadas, reactivar la vitalidad de los servicios básicos y avanzar hacia la recuperación de los territorios y los medios de vida de sus habitantes.
De acuerdo con cifras estimadas por Naciones Unidas, 478 mil personas resultaron afectadas por el fenómeno meteorológico que el pasado 20 de octubre permaneció durante cerca de 25 horas en la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental del pequeño país insular.
Como resultado, la región tradicionalmente afectada por la sequía, tuvo inundaciones severas, lo que provocó la pérdida de ocho vidas humanas, dos desaparecidos, y bienes de primera necesidad. (Fuente: Prensa Latina)