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La Habana, 23 ene (RHC) El embajador de Cuba en Hanoi, Rogelio Polanco, expresó hoy su inmensa gratitud por el consistente respaldo brindado por el Gobierno, las instituciones y la solidaridad del pueblo de Vietnam contra las arbitrariedades de la administración estadounidense.
Cuba sigue enfrentando la hostilidad imperial y mantiene como estandarte supremo el apotegma del presidente Ho Chi Minh: nada hay más precioso que la independencia y la libertad, afirmó el diplomático en un acto en conmemoración del 172 aniversario del natalicio del Héroe Nacional, José Martí.
Desde la Roma americana, al decir de Martí, se nos vuelve a agredir. El nuevo emperador desdice de un plumazo en su embriaguez lo que su predecesor había finalmente aceptado por fuerza de la razón y la verdad: que Cuba no patrocina el terrorismo, subrayó.
Polanco aludió así a la arremetida contra la isla del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, desde el primer día de su nuevo mandato al decidir, sin que existiera ningún pretexto, restablecer las férreas medidas de guerra económica que su predecesor, Joe Biden eliminara solo días antes.
El rey está desnudo. Sus malabares para dictaminar lo inverosímil quedaron al descubierto. La arbitraria y unilateral manera de sentar en el banquillo de los acusados a toda una nación es un mero instrumento de coerción y dominación, denunció.
“Nuestra inmensa gratitud al Gobierno, a las instituciones, a la solidaridad del pueblo de Vietnam, que denuncian con firmeza el atropello y demandan el cese de una política inmoral e ilegal”, enfatizó.
El embajador destacó que desde esta nación indochina su país recibió en los años más difíciles el aliento moral y el apoyo material para continuar defendiendo sus sueños, como lo hizo siempre este pueblo al que Martí admiró con pasión desde su horizonte nuestroamericano.
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En otra parte de su discurso Polanco significó que el corriente 2025 es el Año de la Amistad Vietnam-Cuba y abre una nueva etapa en los ejemplares vínculos históricos que unen a ambas naciones.
Pero la misión fundamental –dijo- será que las nuevas generaciones de cubanos y vietnamitas sigan conmoviéndose por el abrazo de hermanos y logren renovadas realizaciones por la prosperidad y el bienestar de ambos pueblos.
Señaló además que Vietnam comienza una era de ascenso de la nación, en la cual metas audaces y objetivos desafiantes jalonan el camino en las próximas décadas hacia un país desarrollado de altos ingresos con orientación socialista.
Admiramos la determinación y la firmeza del liderazgo y de su pueblo para cumplir tan estimulantes compromisos, solo posibles con la sabia conducción del Partido Comunista de Vietnam, que próximo a cumplir 95 años de fundado constituye un baluarte invaluable de la unidad nacional. (Fuente: Prensa Latina)