Fotos: Prensa Latina.

La Habana, 5 mar (RHC) Suiza celebró en La Habana 25 años de cooperación que ha abarcado diversos campos desde la agricultura, la cultura popular, la inclusión social hasta la violencia de género, que ambos países consideran hoy provechosa y fructífera.

El Museo de Bellas Artes fue sede idónea para la celebración, que tuvo como eje central el estreno del documental “Convergencias”, de la productora cubana Almar, en la sala teatro de la prestigiosa institución, que muestra los resultados y beneficios de varios de los proyectos ejecutados.

En declaraciones a Prensa Latina Markus Glatz, Jefe de Cooperación de la Embajada Suiza, consideró esta de positiva como un aprendizaje y crecimiento para todas las partes involucradas.

“Hemos aprendido mucho de conjunto; hemos crecido juntos en el esfuerzo por estimular el desarrollo de este país, en particular a escala local. Creo que hemos podido aportar con nuestra experiencia y conocimientos al fomento territorial en la isla”, señaló el diplomático quien coordina los programas que auspicia la Agencia Suiza de Desarrollo y Cooperación (Cosude).

Opinó que la Cosude “ha dejado huellas e incidido de manera positiva en políticas públicas, y, por lo tanto, considero que se queda algo de esta agencia y las semillas que hemos sembrado aquí por el bien del pueblo cubano y para el desarrollo de este país”.

Glatz refirió que han sido una veintena de proyectos, unos 12 programas grandes y otra docena a menor escala los emprendidos durante estos 25 años de colaboración.

Estos han abarcado -acotó- desde fomento agrícola (cría de bovinos, cultivo de arroz), industria local de productos alimenticios, energía renovable (biogas), empoderamiento de las mujeres, combate a la violencia de género y la homofobia, atención a personas vulnerables e inclusión social.

Igualmente, se llevaron a cabo proyectos culturales, de gobernanza local, elaboración de planes y políticas a nivel local.

Markus Glatz afirmó que “el gobierno siempre nos ha apoyado; siempre ha apreciado nuestro enfoque que ha estado en todo momento colegiado con las autoridades locales y nacionales, y a pedido de ellos”.

Cosude forma parte de la cancillería suiza que, en asociación con otras instituciones, es responsable de coordinar la colaboración internacional de la nación helvética en todo el mundo, con especial atención a lugares y poblaciones vulnerables.

Es parte de la política exterior de este país centro-europeo de contribuir a aliviar las penurias generadas por la pobreza y los conflictos humanitarios, salvaguardando los derechos humanos y la coexistencia pacífica entre las naciones.

En el caso de Cuba las relaciones bilaterales con Suiza se remontan a 1902, cuando el país se tornó republicano e independiente y la Confederación lo reconoció como tal. No fue hasta 1957 que el Consulado se transforma en Embajada de Suiza. Los intercambios de todo tipo continúan hasta el presente.

Para la ejecución de los planes durante los primeros años Berna asignó un presupuesto anual de cinco millones de francos suizos, y a partir de 2011 hasta el cierre de 2024 se consideró un programa estratégico prioritario con un presupuesto anual entre siete y 12 millones de francos suizos.

Cosude comenzó a trabajar en la isla en 1997, aunque ya estaba presente en otras naciones latinoamericanas. Gracias a las buenas relaciones bilaterales, su oficina quedó establecida en 2000.

En un cambio de estrategia de cooperación internacional, el Parlamento suizo decidió salir gradualmente de su colaboración en América Latina para centrar sus esfuerzos en otras regiones vulnerables como África subsahariana.

Consecuentemente, la oficina en Cuba luego de larga relación bilateral debió cerrar el programa el 31 de diciembre pasado; no obstante, la Embajada abrió para 2025 nuevos proyectos sobre cooperación pública-privada en el sector agroalimentario, cultura e inclusión en espacios sociales y ayuda médica.

Suiza, de todas formas, mantiene su compromiso de utilizar otros mecanismos de colaboración, como la ayuda humanitaria en casos de emergencia, los instrumentos multilaterales y programas globales relativos al cambio climático y la seguridad alimentaria, entre otros, avizoró Glatz. (Fuente: Prensa Latina).