Boston, 5 abr (RHC) Solo un día después de la visita del Presidente Obama a Cuba, en una curiosa y feliz coincidencia, se inauguró oficialmente en la Universidad de Massachusetts en Boston el Archivo “Movimientos de apoyo a Cuba por la diáspora cubana en los Estados Unidos de América, Puerto Rico y en otros países del 1960s-1990s” y desde entonces incrementa sus acciones de apoyo a esa tarea.
Entonces se reunieron, como oradores o en la audiencia, un número considerable de cubanoamericanos que por décadas habían hecho esfuerzos para lograr lo que esa propia semana parecía simbolizar: una relación respetuosa, normal y de mutuo beneficio entre Estados Unidos y Cuba. También estuvieron presentes un grupo numeroso de jóvenes universitarios, así como participantes de muchas épocas en organizaciones como la Juventud Cubana Socialista, la revista Areíto, la revista Joven Cuba, la Brigada Antonio Maceo, y el Comité Cubano-Americano Pro-Normalización de Relaciones con Cuba, indica Progreso Semanal, que se edita en Miami.
Además de estas organizaciones ya se viabiliza la participación en el archivo de muchas otras de carácter político, religioso, social, cultural y caritativo; en fin, de toda la gama de organizaciones que a través de estas décadas han promovido una mejor relación con la nación antillana y una reconciliación entre ella y su emigración.
Representando a la Universidad, y reflejando la importancia que ella le brinda a este Archivo, hicieron uso de la palabra el Vice-Canciller de Asuntos Académicos y Preboste de la Universidad, el Decano de las Bibliotecas, y la Archivista Principal. Ellos habían visitado a Cuba a principios de enero, cuando firmaron el acuerdo de colaboración para el Archivo con el Presidente de la prestigiosa Casa de Las Américas.
Este acuerdo es sumamente importante y de gran valor histórico, que ya va mucho más allá de un record de actividades políticas a favor de la normalización, porque promete convertirse en un importante archivo de la emigración cubana en todas sus manifestaciones de reconciliación con respecto a Cuba. Basta citar unas frases del acuerdo, que dice que este Archivo es “el proyecto seminal” con el objetivo más amplio de “llevar a cabo proyectos y actividades culturales e investigación de beneficio mutuo”.
Miren Uriarte, Profesora de Sociología en la Universidad de Boston, y también activista en varias de esas organizaciones, reiteró la dificultad de esos tiempos, recordando que varios cubanoamericanos de distintas organizaciones habían sido víctimas de atentados terroristas, entre ellos varios que murieron en Miami y New Jersey.
En especial, se recordó el caso de Carlos Muñiz Varela, un asesinato a sangre fría a plena luz del día en Puerto Rico, aún sin resolver y cuyos culpables están sueltos en las calles de Miami y Puerto Rico. Los amigos y familia de Carlos luchan por lograr que se enjuicien a esos culpables, y que se revele el gigantesco encubrimiento por parte de las autoridades federales y de Puerto Rico en ese entonces —y hasta cierto punto todavía— sobre las circunstancias de ese asesinato.
Manuel Gómez, Doctor en Salud Pública y especialista en salud ocupacional jubilado del gobierno federal, y autor de este recuento, resumió las actividades del Comité Cubano-Americano Pro Normalización de Relaciones con Cuba, en la década de 1976-1987.
Ese Comité, afirmó Gómez, sentó importantes pautas en los esfuerzos para mejorar las relaciones con Cuba, desde la entrega en 1979 al Departamento de Estado de más de 10,000 firmas de cubanos en Estados Unidos a favor de la normalización y el levantamiento del bloqueo económico, hasta el establecimiento de una oficina de lobby, que curiosamente se logró antes de que la derechista Fundación Nacional Cubano-Americana estableciera la suya. Gómez finalizó recordando que el Comité, aún sin intentarlo, y así como otras muchas organizaciones, también contribuyeron a catalizar una actitud más comprensiva dentro de las autoridades cubanas hacia la emigración.