La Habana, 8 de jul (RHC). Esta semana concluyeron las labores de recuperación en Playa Caimito, luego de que el sábado último un tornado azotara al Consejo Popular con saldo de 36 heridos y derrumbes de árboles y viviendas.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias Enrique Pérez Robaina, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en San Nicolás, precisó que 29 viviendas resultaron dañadas total o parcialmente y ya se realizó un levantamiento de los materiales que necesitan esas familias para emprender la reconstrucción.
Pérez Robaina informó que el martes pasado recibieron la visita del Jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, General de División Ramón Pardo Guerra, quien destacó el trabajo del Partido, el Gobierno, la población y demás organismos, al tiempo que instó a profundizar más en los conocimientos sobre esos fenómenos atmosféricos para saber cómo actuar y prevenir con rapidez.
También Pardo Guerra se refirió a la atención a las personas lesionadas, pues fue inmediata y se dispuso en tiempo récord del personal especializado, así como también de los medios necesarios para socorrerlos.
Además, elogió la respuesta del pueblo de San Nicolás que acudió voluntariamente a donar sangre en gesto de solidaridad y se congregó en los centros asistenciales para esperar a los lesionados.
Todavía este viernes permanecen hospitalizados Yoan Luis Sánchez, de 32 años y Yandy Torres, de 24, ambos residentes en el batey Pedrín Troya.
Según Alina Yaquelín Vallejo Ramírez, vicedirectora de asistencia médica del hospital Leopoldito Martínez, las 19 personas que llegaron al hospital tenían lesiones menores, y de forma general eran pacientes policontusos, no habían traumas severos y en su mayoría presentaban escoriaciones. Presumiblemente entre hoy y mañana podrán ser dados de alta.
Jorge Félix Capote, licenciado en Meteorología de la Oficina de Pronósticos del Centro Territorial Artemisa-Mayabeque-La Habana explicó que la situación meteorológica estuvo favorecida por la presencia de alto contenido de humedad en la tropósfera, donde se ubicaba un sistema de bajas presiones a la altura de 10 o12 kilómetros.
Combinados el fuerte calentamiento del día, las condiciones locales de la confluencia del flujo en superficie y otras características propias de esta época del año favorecieron la ocurrencia del evento de acuerdo con el especialista.