La Habana, 3 dic (RHC)- Se conmemora este sábado 3 de diciembre el Día de la Medicina Latinoamericana, en honor al natalicio del eminente médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés, descubridor del vector transmisor de la fiebre amarilla, trasmitida por el mosquito Aedes Aegypti.
Pero a diferencia de otros años, en esta ocasión resulta necesario resaltar el legado de Fidel Castro, impulsor indiscutible de la medicina en la región.
La cooperación internacionalista, a través de la cual miles de cubanos salvan vidas en todos los continentes, la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde se forman futuros doctores procedentes de diversas latitudes del orbe o el desarrollo de las investigaciones científicas, todas fueron iniciativas del líder de la Revolución Cubana.
Tras la tragedia provocada por los huracanes Mitch y George en Centroamérica en 1998, Fidel dio el empujón definitivo a lo que en la actualidad ya forma parte indisoluble del sistema médico cubano: el internacionalismo.
Desde la fundación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, integran este centro de referencia internacional, 117 países de prácticamente todos los continentes, y se han graduado hasta la fecha más de 25 000 profesionales de 84 naciones.
Por tanto, para los médicos latinoamericanos, el reconocimiento y la admiración que merecen todos los días y en especial este; y para Fidel, el agradecimiento por hacer de Cuba un manantial de especialistas, científicos e investigadores que son ejemplo y referencia para el mundo entero.