Un equipo de investigadores de la universidad noruega de Bergen realizaron un estudio que reveló cómo la función pulmonar femenina se quebranta durante y después de la menopausia.
Kai Triebner, quien lidera el grupo, examinó los datos de mil 438 mujeres, a quienes siguieron durante 20 años. De las participantes, ninguna había llegado a la menopausia al inicio del estudio. Pero al final todas habían comenzado o atravesado esa etapa.
Los autores del estudio valoraron la capacidad vital forzada (CVF), un indicador de tamaño pulmonar, y el volumen respiratorio forzado (VEF), un valor del aire que se puede expulsar en un segundo.
Ese análisis arrojó el aceleramiento de la disminución de la función pulmonar en la transición a la menopausia y, aún más, después de ese proceso natural, señalaron.
En tal sentido, en el período de transición perdieron 10 mililitros (ml) más de CVF por año que las mujeres premenopáusicas y después de la menopausia, ese valor aumentó a 12 ml.
El detrimento de la CVF posmenopáusica era similar al hecho de fumar 20 cigarrillos diarios durante 10 años, mientras que el de VEF equivalía a 20 cigarrillos diarios durante dos años.
Triebner considera que a medida que se avanza en la edad reproductiva, el deterioro aumenta y se acelera, y lo hace más allá de lo esperado para la edad.
Sin embargo, el estudio es observacional y no prueba que la menopausia sea la causa directa de los trastornos respiratorios, apuntaron los autores.