Pinar del Río, Cuba, 2 ene (RHC) La occidental provincia cubana de Pinar del Río concluyó el 2016 con una tasa de mortalidad infantil de 2,1 por cada mil nacidos vivos, la más baja de su historia.

"En los últimos cinco años se ha mantenido una tendencia a la disminución gradual, y en dos ocasiones hemos registrado el índice de muertes más bajo del país", aseguró al periódico Granma, María Teresa Machín, jefa del Programa Materno Infantil (PAMI) en el territorio.

Explicó la especialista que ello ha sido posible por la integración de todo el sistema de salud, desde los equipos básicos, en el programa del médico y la enfermera de la familia —con un papel destacado de los obstetras, pediatras, clínicos y los servicios de genética y hogares maternos municipales—, hasta la atención secundaria, donde han sido decisivos los servicios de neonatología y la unidad de cuidados intensivos del hospital pediátrico.

La doctora destacó, además, que el papel del Centro Provincial de Genética, el cual exhibe la tasa más estable de Cuba en cuanto a las muertes por anomalías congénitas.

"Hay tres municipios (San Juan y Martínez, Sandino y Los Palacios) que sobresalen por mantener en cero tanto la mortalidad infantil como la materna, y también Pinar del Río, con apenas 0,9, un territorio que resulta decisivo por tener la mayor población y ser por tanto el que más nacimientos aporta", aseveró la directora del PAMI en la provincia conocida igualmente como Vueltabajo.

La funcionaria señaló a Granma que junto a la mortalidad infantil mejoran los índices de bajo peso al nacer y la mortalidad materna.