La Habana, 26 de jul (RHC): Diversos estudios presentados en la conferencia internacional de investigación sobre el VIH en París, muestran que los medios de prevención del sida ya no se limitan al uso de preservativos.
Cuando se es seronegativo, una de las maneras de disminuir el riesgo de contagio del VIH, es siguiendo un tratamiento antirretroviral, conocido como Profilaxis preexposición (PrEP).
Varios estudios han demostrado la eficacia de este método para evitar contagios, tanto si la toma es continua (un comprimido de Truvada al día) como su es solamente en el momento de las relaciones sexuales.
Esta opción se les propone de forma prioritaria a las comunidades de alto riesgo, tales como los homosexuales que mantienen relaciones sin protección o los trabajadores sexuales.
Hasta ahora, el tratamiento se administraba con comprimidos. Pero el martes en la conferencia de París se presentó un nuevo método: una inyección bimestral. Y los pacientes parecen tolerar bien el medicamento inyectado, el cabotegravir, según los primeros resultados de un estudio.
Raphael Landovitz, investigador de la Universidad de California, indicó que se llevarían a cabo otras pruebas para evaluar la eficacia de esta sustancia.
En general, la difusión masiva de los tratamientos antirretrovirales se presenta como una de las herramientas de prevención para detener la propagación de la epidemia.
Cuando el tratamiento se realiza correctamente y funciona, el portador del VIH queda con una carga viral imperceptible, lo que implica que, aún si la persona sigue portando el virus, éste deja de ser lo suficientemente fuerte como para multiplicarse o infectar a otra persona.
Desde 2011, una importante investigación estudió parejas heterosexuales en las cuales sólo uno de los miembros era seropositivo y demostró que el tratamiento precoz del compañero portador reduce en un 96% el riesgo de contagio del otro.
Otro estudio realizado en Australia, Tailandia y Brasil, y dado a conocer en París, muestra una eficacia similar en parejas de hombres.
Una campaña de información resume estos resultados bajo el eslogan “U=U”, “undetectable equals untransmittable” (indetectable=intransmisible).
Un nuevo estudio divulgado esta semana en París va aún más lejos. “Tener un compañero circuncidado puede incluso proteger a las mujeres”, explicó Ayesha Kharsany, del centro de investigación sobre el sida de Sudáfrica (Caprisa).
Las tasas de protección en este caso son sin embargo menores, dado que las mujeres tienen un 22% menos de riesgo de contagio de VIH y un 15% de herpes genital si su compañero no tiene prepucio.
La razón no está del todo clara. No se sabe si se debe a que la disminución del número de hombres infectados reduce estadísticamente los riesgos para las mujeres o si la circuncisión juega realmente un papel en la transmisión del virus.
Según Kharsany, 12 millones de hombres fueron circuncidados hasta el día de hoy en África subsahariana, en el marco de programas de salud estatales.
¿Será algún día el equivalente femenino del preservativo de los hombres? Inspirado de los anillos utilizados como anticonceptivo, el anillo presentado esta semana en la conferencia de París se inserta en la vagina, en donde difunde progresivamente un fármaco antirretroviral, la dapirivina. Debe cambiarse u na vez al mes.
Ensayos clínicos anteriores habían establecido que este anillo permitía la reducción de aproximadamente un 30% en promedio del riesgo de infección del virus del sida (VIH). Trabajos dados a conocer esta semana y realizados en Estados Unidos, muestran que este método “sin peligro es “eficaz” en jóvenes de menos de 18 años.
Este año comenzará una nueva investigación sobre los efectos del anillo centrada en adolescentes y jóvenes mujeres en África, que forman parte de las poblaciones de más riesgo.
con informacion de cubadebate