Nairobi, 5 oct (PL) Al menos 30 personas, la mayoría adultos menores de 40 años y niños, murieron a causa de la malaria la última semana en las localidades kenianas de Marsabit (norte) y Baringo (oeste), según trascendió hoy en esta capital.
Retraso en tratamientos, la falta de ambulancias para el traslado de pacientes y la carencia de un suministro adecuado de medicamentos contra el virus, influyeron en los problemas de respuesta al brote en esas zonas.
El Ministerio de Salud, mediante la Unidad de Control de Malaria y el Instituto de Investigación Médica de Kenya, envió ayer a expertos para analizar muestras de sangre de pacientes para comprobar la eventual incidencia de otras enfermedades.
La malaria o paludismo es un mal potencialmente mortal causado por parásitos que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos hembra infectados del género Anopheles. El diagnóstico y el tratamiento tempranos atenúan la incidencia, reducen sus efectos mortales y contribuyen a prevenir su propagación.
África soporta una parte desproporcionada de la carga mundial de paludismo. En 2015, el 90 por ciento de los casos y el 92 por por ciento de los fallecimientos por tal causa ocurrieron en esta región.