Las afectaciones al corazón provocadas por el SARS-CoV-2 pueden tener lugar en pacientes con manifestaciones leves y en personas que no experimentaron ningún síntoma, se conoció este jueves.
Según un artículo publicado en la revista estadounidense Science, la COVID-19 tiene una marcada influencia en el corazón y provoca miocarditis (inflamación del órgano), necrosis de sus células, imitando un ataque cardíaco, arritmias e insuficiencia cardíaca aguda o prolongada (disfunción muscular).
"Todas estas complicaciones a veces son las únicas características de la presentación clínica de la enfermedad", señala el informe.
Al mismo tiempo, la investigación resalta que un rasgo distintivo del SARS-CoV-2 es su compromiso cardíaco más extenso, que también puede ser una consecuencia de la pandemia y la exposición de decenas de millones de personas al virus.
Mediante estudios de células madre in vitro y compilación de varias autopsias, los investigadores documentaron la entrada del virus en las células endoteliales encargadas de recubrir los vasos sanguíneos del corazón y múltiples lechos vasculares.
Asimismo, comprobaron una propensión a la coagulación, tanto en la microvasculatura como en los vasos grandes, en múltiples series de autopsias y en pacientes jóvenes con COVID-19 y que sufrieron accidentes cerebrovasculares.
Aclaran que la lesión cardíaca, reflejada por las concentraciones de troponina (una enzima específica del músculo cardíaco) en la sangre, es común con el nuevo coronavirus, y ocurre en al menos uno de cada cinco pacientes hospitalizados y en más de la mitad de aquellos con afecciones cardíacas preexistentes.
Otro aspecto importante, según los expertos, es el descubriemiento reciente de pacientes con COVID-19 sometidos a imágenes por resonancia magnética o ecocardiografía del corazón que mostraron anomalías cardiacas luego de recuperarse de la pandemia e incluso murieron por un problema del corazón.
"Esto genera preocupaciones sobre si existe una afectación cardiovascular mucho más prevalente de lo anticipado, especialmente porque al menos del 30 al 40 por ciento de las infecciones por SARS-CoV-2 ocurren sin síntomas y otro gran por ciento ya tenía enfermedades previas del corazón", alerta el documento.
La investigación llama la atención sobre que, además de prevenir las infecciones por el virus, evitar la afectación cardiovascular es primordial pues las secuelas de la COVID-19, aún son poco conocidas. (Fuente: Cubadebate).