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Naciones Unidas, 24 feb (RHC) La COVID-19 puede revertir una década de avances históricos en el acceso de los niños a alimentos nutritivos mediante comidas gratuitas en la escuela, aseguró este miércoles el Programa Mundial de Alimentos -PMA.
Un informe publicado por esa organización plantea que uno de cada dos escolares, 388 millones en todo el mundo, recibía ese beneficio cuando se desató la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-Cov-2, el número más alto alcanzado a nivel global.
Para abril de 2020, 199 países cerraron las escuelas y 370 millones de infantes fueron privados de lo que para muchos era su única comida nutritiva del día, afirma el documento titulado Estado de la alimentación escolar en el mundo.
Para los gobiernos, la situación generada resaltó el papel de la alimentación escolar en el apoyo a los niños más vulnerables y la protección de su futuro, dijeron los autores del informe, quienes demandan una acción global para que la cobertura vuelva a los niveles anteriores a la pandemia.
Asimismo, solicitan que ese servicio se amplíe aún más para llegar a unos 73 millones de niños desamparados sin ese beneficio antes de la COVID-19.
'Esa comida al día es a menudo la razón por la que muchos pequeños con hambre van a la escuela', expresó el director ejecutivo del PMA, David Beasley.
En su opinión también es un poderoso incentivo para asegurarse de que regresen después de que finalice el confinamiento, por lo que estos programas deben volver a funcionar, incluso mejor que antes, para evitar que esa enfermedad destruya el futuro de millones de menores vulnerables en el mundo.
Los estudios demuestran que en la vida de un pequeño de una familia pobre, las comidas escolares pueden tener un gran impacto: evitan el hambre, apoyan la salud a largo plazo y al aprendizaje y al progreso.
Además, explican los especialistas, donde funciona este programa alimentario, las niñas permanecen más tiempo en la escuela, las tasas de matrimonio infantil bajan y los embarazos de adolescentes disminuyen.
También pueden impulsar la economía comunitaria al utilizar alimentos producidos localmente, crean una demanda de productos diversos y nutritivos y mercados estables, con apoyo de la agricultura y los sistemas regionales.
El informe del PMA plantea que si esos programas son eficientes producen retornos de hasta nueve dólar por cada uno invertido, además crean unos mil 660 nuevos puestos de trabajo por cada 100 mil escolares alimentados. (Fuente: Prensa Latina).