Artemisa atención a parejas infertiles
Por Wendy García Marquetti
Artemisa inició el 2022 enfocada en mejorar el trabajo del Programa de Atención Materno-Infantil, haciendo frente a las carencias materiales debido al bloqueo económico impuesto a la Isla para, permitir a más familias disfrutar de la llegada al mundo de un bebé sano.
En el empeño por brindar la oportunidad de concebir un bebé a más parejas, el territorio apuesta además por perfeccionar la atención a la pareja infértil, un servicio que si bien requiere de cuantiosos recursos materiales, cuenta con un personal entregado para lograr los embarazos y el nacimiento de pequeños saludables.
El triunfo de la esperanza
Yurisleivis Paraquisabal Ramos es una de las miles de madres que goza de la oportunidad brindada por la vida y la medicina cubana, y cuyo tratamiento mediante la reproducción asistida le permitió lograr un embarazo y dar a luz a sus trillizas en 2020.
Según contó al semanario El Artemiseño, deseaba tener un bebé y desde los 24 años, luego de conocer su infertilidad, se sometió a incontables pruebas y consultas para lograr ese sueño.
Tras seis años sometida a tratamientos en consulta de fertilidad, la treintañera logró el nacimiento de sus niñas Viviana, Verónica y Valeria, a través de una fertilización in vitro.
Las pequeñas nacieron a las 36 semanas por cesárea en el hospital general docente Iván Portuondo, del municipio San Antonio de los Baños, Centro de Referencia Provincial para la Perinatología y la Neonatología, donde Paraquisabal Ramos pasó parte del embarazo ingresada para asegurar los cuidados necesarios durante un embarazo múltiple.
Ella confesó que inició su tratamiento en la Villa Roja con pocas esperanzas, pero el apoyo de su familia y los especialistas de la consulta municipal para la atención a la pareja infértil la impulsaron a recorrer el largo e incierto camino del tratamiento.
Las primeras consultas, refirió, fueron en el hospital general docente Ciro Redondo desde donde fue referida posteriormente a la institución materna Ramón González Coro, en La Habana, para ser atendida por obstrucción en las trompas y luego al también centro capitalino Hermanos Ameijeiras, donde se hizo la fertilización in vitro.
Yurisleivis relató con alegría que desde entonces las pequeñas se convirtieron en el centro de su universo y que agradece cada día al sistema de salud cubano por hacer realidad su sueño.
Los obstáculos
Leyanis García García, coordinadora provincial del servicio, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que el nacimiento de un bebé es un milagro que en ocasiones necesita de asistencia tecnológica para lograrse, y se ve afectado por los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la Isla desde febrero de 1962.
Esta política, señaló, limita y ralentiza el acceso a reactivos para la realización de análisis, y asimismo a los medicamentos y equipos utilizados en procesos como la ovodonación (donación de óvulos) o procedimientos como la microcirugía testicular para tratar la infertilidad masculina severa, complejizando el sueño de tener un bebé para parte de la población.
Como consecuencia, se experimentan atrasos en el envío y entrega de fármacos a las pacientes sometidas a fertilizaciones artificiales para evitar el parto prematuro o la amenaza de aborto, y también sirven para tratar los síndromes premenstrual y del desequilibrio hormonal en mujeres, como la amenorrea y la hemorragia uterina disfuncional, algunas de las patologías causantes de infertilidad.
Pese a esas dificultades, Cuba perfecciona el programa e invierte anualmente unos cuatro millones de dólares para comprar recursos necesarios en mercados más costosos como los siete equipos de histerosalpingografías, técnica radiológica para la exploración de la cavidad uterina y las trompas de Falopio, instalados en municipios artemiseños con el objetivo de perfeccionar el sistema, declaró Yanelis Amador Borrego, directora provincial de Salud Pública.
Como resultado del programa, al cierre de 2021 se lograron 363 embarazos, de ellos 189 por inseminación, con un 95 por ciento de eficacia en el proceso, y 174 mediante el trabajo de las consultas municipales.
Asimismo, se conoció en reciente balance que fueron atendidas por primera vez tres mil 109 parejas, y que a pesar de que debe seguirse trabajando para perfeccionar las labores de este servicio, los municipios de Artemisa (33), San Cristóbal (23), Alquízar (20) y Bauta (19) demuestran la calidad de la asistencia prestada.
En 2007 se creó la red cubana de atención a la pareja infértil, que desde 2018 se extendió a todas las provincias y municipios del país y está dotada de recursos humanos capacitados y tecnologías apropiadas para facilitar el elemental derecho humano a la reproducción. (Fuente: ACN)