La Habana, 28 ene (RHC) Investigadores estadounidenses de la universidad de Texa, a la vanguardia de la investigación sobre la enfermedad de Zika, advierten que podría transcurrir una década antes de que la vacuna esté disponible.
Los científicos visitaron Brasil para desarrollar la investigación y recolectar muestras que ahora analizan en un laboratorio de alta seguridad en Galveston.
El trabajo en la vacuna apenas comenzó hace unos meses, pero los investigadores aseguran que ellos no están empezando de cero.
El zika es parte de la familia de los flavivirus, que incluye a los virus que causan el dengue, la fiebre amarilla, la encefalitis japonesa y el virus del Nilo Occiddental, por lo que el equipo piensa usar las vacunas existentes para esos males como plataforma para su propio trabajo.
Nikos Vasilakis, profesor asistente en el Departamento de Patología de la Universidad que trabaja en el Centro de Biodefensa y de Enfermedades Infecciosas Emergentes en Galveston, dijo que podrían tener una vacuna lista para probar en uno o dos años, aunque advirtió que lograr la autorización de las autoridades sanitarias podría tardar mucho más.
"Lo que requeriría más tiempo sería el proceso de su aprobación por la FDA (la agencia de control de medicamentos de Estados Unidos) y otras agencias regulatorias para permitir al pública usarla. Eso puede tardar hasta 10 o 12 años", señaló.
El virus ha sido relacionado con el nacimiento de niños con cráneos de tamaño reducido (microcefalia), cuyas consecuencias pueden ser un grave daño cerebral o, incluso, la muerte.
El profesor Scott Weaver, director del Instituto de Infecciones Humanas e Inmunidad, dijo a la BBC que la gente tiene razón al estar atemorizada por el virus.
"Ciertamente, el riesgo es muy significativo. Si el feto se infecta y desarrolla microcefalia no tenemos capacidad de cambiar los efectos de esa enfermedad muy mala que unas veces resulta fatal o deja a los niños incapacitados mentalmente por el resto de sus vidas", señaló.
El zika se ha expandido a más de 20 países, causando pánico en Brasil, donde miles de personas están infectadas.
El virus fue descubierto en monos en 1947 en el bosque Zika en Uganda y el primer caso en humanos se presentó en 1954 en Nigeria, pero por décadas no pareció presentar una amenaza importante para las personas y fue mayormente ignorado por la comunidad científica.
Sólo fue cuando se produjo un brote en la isla micronesia de Yap, en 2007, cuando algunos investigadores comenzaron a interesarse.