Por Gudalupe Yaujar Díaz
La Vieja Escuela es una banda cubana de rock con gusto por lo sureño, caracterizada por una cuidadosa interpretación y sonoridad escogida, que se apropia de los temas que toca sin desnaturalizarlos.
Integrada en una combinación internacional, la forman Steinar Seland (noruego, director, guitarra), Ove Brun (noruego, guitarras exóticas, dobro, hawaiana y mandolina), y José Zárate (español, bajo) junto con los cubanos Alain García (teclados), Rolando Fernández (batería), Roberto Díaz (guitarrista y director, también del grupo Anima Mundi, y Virgilio Torres (vocalista principal).
Desde hace semanas la banda se presenta junto a "Sweet Lizzy Proyect", en los viernes del Café Teatro Bertolt Brecht, un espacio habanero que pretende mostrar el rock'n'roll joven que actualmente se hace en la isla
El bajista José Zárate, me explica:
“Al inicio los fundadores Steinar Seland, Rolando Fernández, Ove Brun y yo, empezamos cantando en otro proyecto "Sociedad Havana Blues", pero a finales de 2012, decidimos continuar bajo el nombre de "Vieja Escuela" y convocamos a Virgilio a incorporarse como cantante. Los demás músicos fueron llegando solos pues había muchas ganas de seguir tocando. Llevábamos tiempo haciéndolo juntos y nos conocíamos muy bien, recuerda Zárate. El grupo adquirió solidez cuando en 2014 nos profesionalizamos.
“En cuanto a la elección del repertorio, hemos procurado seguir siempre una línea que no sea de los temas más conocidos de aquí y que más han sido versionados.
“Incursionamos en el rock'n'roll británico y clásicos del country y el rock'n'roll de los 50, aunque eso ha ido evolucionando, principalmente por la disparidad de gustos de los
integrantes, ya que somos de países distintos, de continentes distintos y de generaciones distintas. El repertorio es bastante ecléctico: abarca desde los años 50 del pasado siglo hasta el 2014. Desde Elvis Presley hasta Oasis e incluyendo The Doors , The Who y Radio Head.
“La motivación inicial fue seguir tocando y en mi caso puedo decir que aquí es donde me bauticé como músico. Steinar, que ya tenía una formación y experiencia musical en Noruega, ha podido desarrollarse mucho gracias a las continuas presentaciones que tenemos en La Habana; tanto él como yo somos residentes permanentes en Cuba. Tenemos una familia cubana. Ove, que también construyó su familia en Cuba, está justo ahora haciendo los trámites para su residencia permanente.
“Nos conocimos en una actuación del Ministerio de Cultura en El Vedado. En ese momento Steinar aún vivía en Noruega, pero ya establecimos el contacto. Cuando decidió venir a vivir en Cuba, empezamos a tocar juntos con "Sociedad Havana Blues".
Ove lleva mucho tiempo tocando como invitado para distintas agrupaciones del rock'n'roll cubano y lógicamente conocía a Steinar desde hacía tiempo. No es que hayan muchos noruegos en el circuito”.
Nos encontramos en el interesantísimo momento de "crecer" confiesa Zarate, vamos de una banda que tocaba casi exclusivamente covers de rock'n'roll, a una que tiene música propia. Eso sí despacito: títulos como Mujeres de arena, Lose My Cool, Mad Love, y Mulata. Estos ya parecen covers, y la gente los pide.
Aunque sin dejar de lado la música de Led Zepelin, Nirvana, ZZTop y otros grupos famosos (versiones de clásicos internacionales que están marcando una tendencia dentro del rock cubano actual) porque nos gusta interpretarlos.
También continuamos la grabación de un disco con temas propios que ya había empezado en los tiempos de "Sociedad Havana Blues". Ese disco esperamos que salga antes de final de año. Se llama: Class #1. Hay rock and roll, blues, reggae blanco y rock latino. Todos tienen una misma línea de timbres muy específicos del country, blues, las guitarras, lapsteel en su forma más ecléctica, y la dobro hawaiana acústica. Los temas, diversos, tienen el sello personal del cantante Rolando, el batería, un experimentado y reconocido rockero proveniente del grupo” Extraño Corazón.”
Agrega Zárate que se trata, de un catálogo muy grande: blues y country de los 30, rock and roll de los 50, la invasión británica de los 60, Neill Young, Bob Dylan.
En estos momentos el disco se esta mezclando, en un estudio privado en El Cerrito Estudios, en San Francisco, California, propiedad de una pareja cubana. Yo estuve en San Francisco por trabajo, los conocí, y luego les presenté el proyecto. Las sesiones fueron muy difíciles, porque todos pasamos de 40 años. Hubo que grabar a Virgilio otra vez. Resultó interesante que nos pidieran grabar los temas en español, pero aquí los cantamos en inglés, excepto Mujeres de Arena.
Mientras sale la placa al mercado buscamos conciertos promocionales y soñamos, también, tocar en La Habana Vieja, una plaza interesante y concurrida de nacionales y foráneos. Lo hacemos por diversión, no es un proyecto analítico del mercado, es algo que tiene historia y buscamos conciertos promocionales, tocar quizás en La Habana Vieja, nuestro sueño es el momento inesperado, el rock tiene mucha historia pero la música es nueva, me enfatiza el bajista español José Zarate .
Paradójicamente el grupo de rock cubano La Vieja Escuela tiene una alineación que no es joven en edad, eso si renovados en energías y logran llenar de fans escenarios nocturnos de la capital de la Isla como el Submarino Amarillo, la Casa de la Amistad y esperan por nuevos seguidores, en los viernes del teatro Bertolt Brecht.
Agradezco a mi entrevistado la información y nos despedimos coincidiendo en que La Vieja Escuela apuesta por seguir compartiendo sus experiencias de un género que convoca a la nostalgia y el amor.