Por: Luz Marina Fornieles Sánchez
La Habana, 17 ago (RHC) Para este verano 2018 turistas nacionales y foráneos escogen el destino Cuba para disfrutar de las bondades de la nación caribeña.
En la etapa que decursa, se confirmó la llegada de unos tres millones de visitantes, de acuerdo con nota oficial circulada a los medios por el Ministerio de Turismo (MINTUR).
La cifra resulta una feliz circunstancia, pues ratifica que la industria local ha retomado la senda de la reanimación, tras el azote de varios fenómenos atmosféricos.
A tales sucesos se suman las campañas organizadas y dirigidas por el gobierno estadounidense, para desestimular el flujo de vacacionistas de esa nación a la mayor isla de las Antillas.
Pese a esas políticas de la administración Trump, sus coterráneos continúan dejándose ver por las calles cubanas y no sólo de La Habana.
También trascendió- de acuerdo con el propio MINTUR- que continúan marcando pauta en los flujos hacia la Isla: Canadá, los mercados europeos habituales (Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y España); así como por Latinoamérica, México, Argentina y Chile.
Estos resultados se obtienen como antesala de la próxima temporada de invierno- de noviembre a abril-, donde se esperan cuantías superiores de arribos a los reportados en igual período precedente.
De nuevo se fijan los pronósticos en las probabilidades de alcanzar los cinco millones, a pesar de la competencia en la vecindad y el bloqueo criminal de Washington.
Habrá que esperar al 31 de diciembre para ver qué nos depara en esta materia el cierre del 2018. El turismo en sí es una industria dinámica, pero susceptible a cambios imprevistos, que no son solo del corte de los fenómenos hidro-meteorológicos.
Soy de las que piensan que las cantidades de visitantes son importantes, pero también aprovechar más todas reservas existentes en los renglones de la calidad y la eficiencia, y quizás con menos seamos capaces de obtener mayores aportes a la economía nacional.
En su condición de sector estratégico, la industria de la recreación está convocada a crecer sí en las llegadas internacionales, pero, además, en otros relevantes indicadores medidores de una verdadera gestión eficiente, un reto permanente y desafiante.
Así que en este verano bien tórrido y donde disfrutan por igual de los atributos del archipiélago- y no solo de su clima-, lo mismo turistas nacionales que extranjeros, al Destino Cuba y su giro del ocio le surgen cada vez más altas exigencias y no hay tiempo que perder. (Fuente:ACN)