Municipio habanero de Diez de Octubre, recuperación a todo vapor (+Fotos)

Editado por Martha Ríos
2019-02-22 14:54:13

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Miembros de la Upec visitaron uno de los albergues de damnificados. Fotos: Modesto Gutiérrez Cabo

Por José Alemán Mesa

Mercedes Romero Lastra, de 63 años de edad, quien perdió su casa en la barriada de Lawton, en el municipio de  Diez de Octubre afirmó que el tornado que castigó con severidad a varios territorios de La Habana el 27 de enero pasado, demostró que el Socialismo cubano es único y necesario.

“Dieron medicamentos, ropa y artículos de cocina; son muchas manos sobre las mías para apoyar, sobre todo las de la Revolución”, comentó a la Agencia Cubana de Noticias.

Hasta Diez de Octubre, precisamente a una edificación que por años fueran oficinas de una Fábrica de Calderas de Vapor, se llegó un grupo de miembros de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) para rubricar una sonrisa amiga en cada espacio en construcción.

Bárbara Correoso Dacosta, directora de Albergues en ese municipio, explicó que los 16 núcleos familiares, o sea las 78 personas que allí se encuentran, vivían en edificaciones a los que el fenómeno meteorológico los llevó a la categoría de derrumbes totales.

Por su parte, Armando Valera Figueredo, jefe del Albergue Caldera, nombre que recuerda los orígenes del inmueble, manifestó que viven en el lugar 34 niños, los que junto a sus familias, reciben toda la atención sanitaria, alimenticia, material y de seguridad posibles.

Reynaldo Hernández Fernández, jefe de un Centro de Producción Industrial en la Cooperativa no agropecuaria Construcciones Santa Fe, responsable del equipo de nueve hombres encargado de las labores de reestructuración y remozamiento del edificio, informó que desde el día 28 de enero están trabajando sin cesar por crear las mejores condiciones de vida para cada familia.

Indicó que la edificación que acogía a las oficinas datan de los años 60 del pasado siglo y se erigieron con arena de mar, “por lo que el salitre comenzó a reventar el acero y ahora es necesario retocarlo completamente con nuevos materiales”.

“Se piensa que para la semana próxima todo esté listo, y así los distintos núcleos familiares tendrán una confortable estancia, aunque quedan algunas cuestiones por resolver como puertas, duchas, pintura, arreglo de paredes y la colocación de unas 15 lámparas”, agregó Hernández Fernández.

Es tanta la voluntad y solidaridad del buen cubano que este hombre paralizó por semanas la fabricación de losas de granito y colocó sus 16 trabajadores a disposición de lo que hiciera falta en la obra.

Destacó que todo el material que se empleó y empleará en el acondicionamiento del local, lo asume totalmente esa  Cooperativa no agropecuaria, sin cobrar un centavo siquiera; y ya suman alrededor de 38 mil pesos invertidos.

Danira Valdés Durán, a quien el tornado lanzó de un segundo piso, se refirió a cómo el pueblo cubano se ha comportado ante los daños causados por el evento, en tanto recordó la triste escena en que vio a su pequeño de tres años Yulian Daniel bajo los escombros, los que convirtieron sueños angelicales en una pesadilla inolvidable.

Todo fluirá. No habrá detención. Hay un enjambre de abejas laboriosas, compuesto por trabajadores, familias, amigos y todas aquellas instituciones u organizaciones como la UPEC, que no son pocas, que son indetenibles y esforzados quienes llevan luz y confianza a los damnificados. (Tomado de la ACN)



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