Por Martha Ríos
La Habana, 22 jun (RHC) En la historia del teatro cubano se inscribe un nombre que encabeza la lista de dramaturgos y actores, no por mera simpatía.
Francisco Covarrubias (1775-1850) fue el primero en llevar a las tablas el tema nacional, y lo hizo con gracejo tal que durante medio siglo resultó un ídolo del público de la mayor isla de Las Antillas.
Se habla de finales del siglo XVIII y primeras décadas del XIX, cuando recorrió Cuba luego de su debut en el Teatro del Circo.
De su autoría son decenas de títulos tan sugerentes como ‘Las tertulias de La Habana’, ‘La feria de Carraguao’, ‘El gracioso sofocado’, ‘No hay amor si no hay dinero’, y ‘El forro del catre’.
En ellos, Covarrubias creó una galería de tipos populares, aún vigentes que, según expertos, es de donde el teatro vernáculo tomó el gallego, el negrito, la mulata, y el fin de fiesta en el que baila toda la compañía.
Los críticos de la época elogiaron sus producciones por haberles dado esa connotación costumbrista con marcados tintes de comicidad, típico del cubano.
Sin embargo, estas creaciones solo se conocen por la prensa, y las referencias personales transmitidas de generación en generación, porque no existe ni un ejemplar de aquellas obras.
Un homenaje a nuestro teatro vernáculo. Video tomado de Youtube
Setenta y cinco años vivió este simpático habanero quien recibió una esmerada educación.
Estudió Medicina, escribió versos, y sobre todo, dotó a la escena cubana de las primeras piezas que nos identificaron porque la que se creía primera en Cuba: ‘El príncipe jardinero y fingido Cloridano’, hecha entre 1730 y 1733, por Santiago Pita, estuvo inspirada en una comedia italiana de igual nombre, con influencias del teatro español.
A la distancia de 169 años del fallecimiento de Francisco Covarrubias, este 22 de junio, seguimos agradeciendo su legado, y recordándolo como un patriota más de la escena, atendiendo a lo que José Martí (1853-1895), nuestro Héroe Nacional, dijera en 1875: ‘La independencia del teatro es un paso más en el camino de la independencia de la nación’.