La Habana, 5 jul (RHC) En el norte de la ciudad cubana de Camagüey, antes villa de Santa María del Puerto del Príncipe, en la Carretera que va a la Playa Santa Lucía, se encuentran las ruinas del Ingenio Santa Isabel.
Francisco de Quesada y Agüero construyó a finales del siglo XVIII este ingenio en sus tierras. Su nombre proviene de una de sus hijas nombrada Isabel de Quesada quien falleció en 1822.
El Ingenio pasó más tarde a manos de su viudo Martín del Castillo Betancourt y fue hipotecado en más de una ocasión en elevadas sumas de dinero.
Durante varios años el lugar no pasó de ser un trapiche movido por tracción dotado de jamaicanos encargados de laborar azúcar y sus derivados.
Fue reconocido como “Ingenio” de moler azúcar en 1835 y ya en 1873 poseía 40 caballerías de tierra acotadas.
Martín del Castillo Betancourt vendió el ingenio a su hijo Martín del Castillo Quesada junto a 26 esclavos y otros enceres de su dotación.
En 1859, pasó a ser propiedad de Ángel Castillo Agramonte quien adquirió el referido ingenio valorado en 120 000.00 pesos debiendo 100 000.00 y quedando comprometido a pagar 20 000.00 anuales.
Este nuevo propietario importó máquinas de Norteamérica , para incrementar los rendimientos en el proceso industrial aprovechando las ventajas naturales del caudaloso río Saramaguacán, en cuyos márgenes se habían construido. Estas técnicas sin duda elevaron el rendimiento y la producción del ingenio.
Santa Isabel fue cañoneado y destruido por el General de Balmaceda Blas Villate de las Hera, en los primeros días de diciembre de 1868.
Sus ruinas permanecen como testigo de esta etapa de nuestras luchas por la independencia, siendo el primer ingenio destruido en la provincia como consecuencia de la guerra.
Entre los escombros aún se conservan su sistema de cimentación y muros que sirven como elementos de apoyo de su maquinaria, restos de paredes y escaleras soterradas, pailas, así como sus torres o chimeneas de vapor, las bases de lo que pudo haber sido el lugar donde se encontraba emplazado el llamado tren jamaiquino y otros elementos del proceso productivo del azúcar.
Las ruinas del Ingenio Santa Isabel, hoy Patrimonio local, también constituyen un testimonio valioso de la industria azucarera colonial, que nos muestra las peculiaridades de una temprana etapa del desarrollo industrial en Cuba. (Historia recopilada en el lugar)
