Pinar del Río, 30 oct (RHC) En la provincia cubana de Pinar del Río, en la localidad serrana de Pan de Azúcar perteneciente al vueltabajero municipio de Minas de Matahambre, junto a las ruinas del legendario Cafetal El Carmelo, perduran hoy vestigios de un cementerio de esclavos del siglo XIX.
Junto a los restos del camposanto, se conservan restos de los almacenes y la casona contigua, opulento inmueble usado por el hacendado español Francisco Marty como fachada para la trata negrera.
Marty reconocido como uno de los mayores contrabandistas de esclavos del occidente de Cuba en aquella época, compró estas tierras en el intrincado paraje, próximo al embarcadero de Malas Aguas, en 1855, para burlar las prohibiciones vigentes contra el tráfico de esclavos.
Según afirman historiadores locales, en las propiedades del acaudalado español, eran almacenados los africanos arrancados del suelo natal, hasta su posterior venta como fuerza de trabajo.
Explorado por arqueólogos, espeleólogos y otros estudiosos, en el contorno aún existen partes de la fachada del cementerio, fragmentos de los muros levantados con rocas de la zona, entre otras huellas del esclavismo, la plantación y el procesamiento del cafeto.
En este territorio cituado a 80 kilómetros al oeste de La Habana abundan las grutas con evidencias del fenómeno de cimarronaje y la cultura aborigen.
Perteneciente al Parque Nacional Viñales, se trata de un espacio que merece ser preservado y admirado como relevante escenario de la ruta del esclavo en Cuba. (Datos del historiador Enrique Giniebra tomados de Internet).