A Ignacio Agramonte, una estatua en toda la dimensión del héroe

Editado por Maite González Martínez
2020-03-10 10:36:32

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Foto / Prensa Latina.

Por: Fidel Alejandro Manzanares Fernández*

Camagüey, Cuba Entre los espacios privilegiados por la historia de esta ciudad, ubicada a 546 kilómetros al este-sureste de La Habana, figura el Parque Ignacio Agramonte.

Allí se levanta la más emblemática estatua ecuestre dedicada al héroe homónimo, uno de los principales protagonistas de la primera gesta independentista cubana, conocida como la Guerra de los Diez Años.

El corazón de la antigua Plaza de Armas está alumbrado por el monumento dedicado a quien, a decir del Apóstol de Cuba, José Martí, era 'diamante con alma de beso'.

Agramonte cayó en combate el 11 de mayo de 1873 en los predios de los potreros de Jimaguayú, a 24 kilómetros al sur de esa capital provincial entonces llamada Puerto Príncipe, tras una escaramuza con tropas españolas.

La grandeza de El Mayor, como era conocido el más trascendente estratega militar del Camagüey en la gesta independentista iniciada en 1868, precisaba de una escultura a inicios del siglo XX.

Por esa razón, y después de la promoción de un concurso organizado por la Sociedad Popular Santa Cecilia, quedó concretada la obra.

El ingenio del italiano Salvatore Buemi, sobresalió en la convocatoria que tuvo propuestas de españoles, cubanos, mexicanos.

Finalmente el escenario estuvo listo para la mañana del 24 de febrero de 1912, fecha que recordaba a su vez el reinicio de la gesta libertadora conocida como la Guerra Necesaria (1895), organizada desde los Estados Unidos por el Héroe Nacional José Martí.

Según refiere Marcos Tamames Henderson, en su libro De la Plaza de Armas al Parque Agramonte, la viuda de Ignacio, Amalia Simoni, fue protagonista de aquella develación.

'Amalia, que muere apenas seis años después de la inauguración de la escultura; y aunque no hemos encontrado documentos que confirmen esos detalles de la ceremonia, la angustia que padeció, y que algunos dicen que sufrió un desmayo, creo que pudo perfectamente haber ocurrido...', refiere el texto.

Además de la esposa del prócer, estuvieron presentes otras personalidades participantes en las batallas de la naciente República en Armas; entre ellas Salvador Cisneros Betancourt, Marqués de Santa Lucía, y generales de la talla de Javier de la Vega Basulto, López Recio Loynaz y Maximiliano Ramos.

La obra era digna de admirar, y estaba a la altura de la trascendencia de Ignacio, y cumplía los requerimientos del concurso que le solicitó.

Monumento de estilo neoclásico, donde se resalta la figura humana, fue confeccionado en Roma, aunque luego sus últimos detalles se terminaron en la ciudad antillana, bajo la batuta del propio autor.

Sobresale en la escultura de bronce fundido, el caballo vigoroso, y la precisión de la forma del revólver y el machete recto.

En el conjunto escultórico llama la atención la figura femenina que simboliza la Libertad del pueblo cubano; un detalle crucial en el ideal de Agramonte, abogado amante de los preceptos de la Revolución francesa.

Otro materiales empleados resultan la piedra de granito rosa de Baveno; en tanto la estructura de la obra la conforman tres bases superpuestas, de estilo grecorromano, en la cual descansan las cuatro piezas de bronce que conforman el cuadro del cimiento.

Quienes llegan cada año a esta ciudad quedan deslumbrados por la escultura que describe a El Mayor con la mirada erguida hacia el oriente, actitud de mando en el combate, total energía manifiesta en la caballería bajo sus órdenes. Entre las hazañas y grandes proezas de Agramonte sobresale el rescate al brigadier independentista Julio Sanguily, una operación militar que el talento de Salvatore Buemi supo también describir en la escultura.

El rescate de Sanguily ocurrió el 8 de octubre de 1871 y en la fiera acción Agramonte participó con 35 de sus mejores jinetes contra una columna de 120 militares españoles, entre los que causaron 11 muertos y una gran desmoralización.

A propósito de la inauguración de la estatua, el doctor Alfredo Zayas, en representación de la presidencia de la República, describió el orgullo de los presentes porque 'a todos los hijos de Cuba corresponde la gloria de Agramonte', expresó en aquella oportunidad.

Ubicada en el área de la urbe declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, la estatua ecuestre dedicada a El Mayor, resulta en la actualidad como símbolo de esta región, de notable trascendencia histórica y cultural para la mayor de las Antillas.

*Corresponsal de Prensa Latina en Camagüey



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