Cuando se une amor y deseo de hacer en el campo

Editado por María Candela
2024-05-17 00:10:50

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Esmirna Rosabal Herrera y Osiel Espinosa Padrón. (Foto: Leipzig del Carmen Vázquez)

Por Leipzig del Carmen Vázquez García*

A Esmirna Rosabal Herrera y Osiel Espinosa Padrón, los une el amor de pareja y el deseo de hacer producir la tierra. Este matrimonio de campesinos reside en la provincia cubana de Granma y dedica cada una de sus jornadas a la producción de frutales y ganado menor, en una finca ubicada en las afueras del municipio Bayamo.

Esmirna es conversadora, detallista con cada sembrado y con la limpieza. Su casa está construida justo en el medio de la finca, donde dice que disfruta al amanecer tomando un buen café que prepara de manera tradicional con colador y mirando el resultado de su sudor.
 
“Aquí tenemos mango, guayaba, plátano burro, cebollín y ají, estos últimos los tengo en unos canteros para coger semillas. Siempre estamos cuidando y limpiando lo que tenemos.”

Entre sonrisas me dice que es la económica de la finca, que de esa forma ayuda a esposo, quien sale temprano a encargarse de otras tareas.

“Aparte de eso soy usufructuaria y mis tierras las quiero sembrar de calabaza. Se necesita mucha energía para trabajar en el campo y a mí me gusta esto, los animales, ver que todo está sembrado y limpio. Ver cómo crecen los frutos y cogerlos ahí fresquitos de las matas. Yo realmente lo disfruto.”

Su esposo Osiel Espinosa, es un hombre de pocas palabras y mucho hacer. Dice que en los tiempos actuales es necesario buscar alternativas para evitar que las plagas se adueñen de las producciones y por ello producen los fertilizantes necesarios.

“Siempre hay que buscar alternativas, no podemos quedarnos de brazos cruzados, por eso en la finca producimos la lombricultura y el humus de marabú que con esos recursos logramos cultivos de óptima calidad.”

Mira el terreno que tiene delante de él y señala algunos de los obreros que ahora están trabajando “ahora estamos trabajando en la chapea, no podemos dejar que la yerba crezca.

Aquí tenemos seis hectáreas de mango y queremos además incorporar, aguacate y zapote.”

Fruto del amor de los campesinos Esmirna Rosabal Herrera y Osiel Espinosa Padrón, dos hijos se preparan para seguir sus pasos. A ellos les inculcan el deseo de hacer producir la tierra y sobre todo la importancia de buscar alternativas para seguir adelante.

*corresponsal de Radio Habana Cuba en Granma
 

 



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