Miami-Dade: Su mugrienta charca electoral

Editado por Maria Calvo
2016-08-11 12:00:00

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por  Nicanor León Cotayo

Ahora estalló una nueva trifulca entre su alcalde, Carlos Giménez, y quien aspira a sustituirlo en las elecciones de noviembre, Raquel Regalado.

Esta última es hija del alcalde de Miami, Tomás Regalado, los cuales, según dijo este martes Diario las Américas, “se atacan con calibre pesado”.

La más reciente escaramuza de esa historieta giró alrededor del escándalo que provocó un hijo del alcalde de Miami, José Regalado.

Según Jesse Manzano, jefe de la campaña de reelección del alcalde Carlos Giménez, el año pasado José estuvo en Francia “y allá se apareció con una tarjeta oficial”.

Cuando habló en un espacio informativo de la emisora Actualidad 1020, agregó que allí actuó como si fuera un asesor en temas del medio ambiente.

Para Manzano y, por ende, para el alcalde Giménez, esta sería otra prueba de los fuertes nexos que hay entre la alcaldía de Regalado y su familia.

Pero quien compite fieramente en Miami-Dade, bajo el principio de que “todo vale”, es su hija Raquel.

La controversia al respecto tiene lugar en medio de las acusaciones formuladas por ella sobre privilegios otorgados a familiares y amigos de Carlos Giménez.

En ese contexto aceptó que su hijo José estuvo en Paris durante la cumbre del calentamiento global en diciembre de 2015, así como que utilizó una tarjeta de presentación de la Alcaldía.

Hace tres semanas el blog Crespogram, de Al Crespo, acusó a Raquel Regalado de hacer un fraude vinculado a la protección del valor de la propiedad.

El 18 de julio pasado Diario las Américas envió un email a Roberto Rodríguez, encargado de ese control y le adjuntó el número de folio de la propiedad de Raquel.

Su objetivo, verificar la denuncia echada a rodar por Crespo, donde la acusó de violar lo establecido por la ley.

¿Lo sucedido? Que el bloguero recibió lo dicho cuando aún Raquel Regalado no lo sabía.

Dicho con otras palabras, que a Crespo le entregaron un comprometedor documento que ni siquiera conocía su destinataria original.

Hasta ese y otros comportamientos demenciales llegan los procesos electorales en la Florida, muestra de lo que sucede en otros ámbitos del país.



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