Por Deisy Francis Mexidor
A ocho días de su celebración, las recientes elecciones locales en Sudáfrica continúan hoy generando comentarios tras abrir en el escenario político lo que algunos observadores señalan aquí como la "era de las coaliciones".
Si bien el Congreso Nacional Africano (ANC) fue el partido más votado en estos quintos comicios locales desde el inicio de la democracia (1994), también es cierto que los resultados no fueron los mejores en su historia.
El ANC obtuvo el respaldo electoral del 54 por ciento de los votantes contra el 26 por ciento para la más fuerte oposición: el partido Alianza Democrática (DA), seguido de los también adversarios Combatientes por la Libertad Económica (EFF), que rondaron el 8,0 por ciento.
Según publicó la página de la Comisión Electoral Independiente, de los 213 municipios disputados, el ANC obtuvo mayoría en 161, pero hay un número importante en el cual ninguno sobrepasó el 50 por ciento del escrutinio, lo que obliga a las coaliciones de gobierno.
El ANC no pudo conservar sus mayorías absolutas en las áreas metropolitanas (o metros) de Johannesburgo, Ekurhuleni, Nelson Mandela Bay y Tshwane (sede de Pretoria, la capital), estas dos últimas que pasaron a manos de DA.
De ahí que el tema de las alianzas para poder conducir a territorios claves se convirtió en un asunto esencial. Aunque el ANC perdió a Pretoria habrá que ver cómo se definen en los próximos días los eventuales acuerdos.
Una situación difícil que entrañaría un "dame-te doy", en el cual sin dudas habrá que ceder en cosas, comentó a Prensa Latina una fuente en condición de anonimato.
El desempeño del ANC en los recientes comicios es asunto principal en la agenda de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido, que comienza este jueves en las afueras de Pretoria.
Anticipan medios locales que será una introspección profunda sobre los factores que provocaron la caída del respaldo electoral por debajo del 60 por ciento y que se perdiera terreno en metros de peso en el país.
Para el analista Somadoda Fikeni, el partido tendrá que reflexionar acerca de importantes cuestiones dentro de sus filas, o correrá el "riesgo de un mayor declive en las elecciones de 2019 (cuando habrá un nuevo presidente)".
Más de 26,3 millones de ciudadanos empadronados estaban llamados a votar en estos comicios locales, el acontecimiento más notable en Sudáfrica este año.
Los resultados introdujeron más matices al panorama nacional y sobre todo encendieron los indicadores de que amén de los problemas internos en el partido, hay una cuestión que gravita sobre una gran mayoría de los más de 55 millones de habitantes de la nación africana: la pobreza y desigualdad.
Algo que no ha podido borrarse en 22 años de democracia tras la muerte del apartheid.
(Tomado de PL)