por Guillermo Alvarado
El ministro de asuntos exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, inició por Cuba una gira que lo llevará a varios países de América Latina y El caribe y que tiene como objetivo incrementar y fortalecer las relaciones políticas, económicas y comerciales de la nación persa con esta parte del planeta.
Durante su viaje a La Habana, el jefe de la diplomacia iraní destacó que los dos países tienen una estrecha relación en múltiples esferas y que coinciden, también, en que durante décadas han sufrido las presiones y la hostilidad de diferentes gobiernos de Estados Unidos.
Zarif está acompañado por una amplia delegación de unas 60 personas, entre las que destacan numerosos empresarios que buscan acrecentar los vínculos, sobre todo en materia de inversiones y comercio.
El pasado 15 de agosto finalizó una visita a Teherán del vicepresidente de Cuba, Ricardo Cabrisas, durante la cual se pasó revista a los vínculos de colaboración y el análisis de temas bilaterales e internacionales de interés mutuo.
Un punto importante durante las conversaciones con su homólogo de Cuba, Bruno Rodríguez, será la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, los NOAL, que tendrá lugar próximamente en Venezuela, a la cual Zarif ofreció toda la colaboración necesaria en los preparativos de ese evento y garantizar su éxito.
A nadie escapa la necesidad de fortalecer este movimiento, en momentos en que Estados Unidos busca extender su hegemonía por todo el planeta.
Luego de su estadía en Cuba el alto funcionario tiene previsto viajar a Nicaragua, Ecuador, Chile, Bolivia y Venezuela, en la primera gira oficial que Zarif realiza a nuestra región desde que asumió su cargo.
Poco antes de iniciar el periplo, el viceministro iraní de Relaciones Exteriores para América Latina, Majid Takhet Ravanchi, señaló que su país otorga gran importancia a los lazos con nuestra región, a pesar de la gran distancia entre ambas partes y añadió que la perspectiva de cooperación es prometedora en muchas áreas.
Irán sufrió durante muchos años injustas sanciones por las principales potencias occidentales, que intentaban bloquear su programa nuclear con el falso argumento de que tenía fines militares, cuando todas las evidencias demostraban que los objetivos apuntaban al uso estrictamente civil de estas tecnologías.
Si bien todavía Estados Unidos mantiene algunas medidas contra el país persa, éste busca la reactivación de su economía y sus vínculos con el resto del planeta.
En ese sentido se inscribe el viaje emprendido por su canciller, que se realiza en un momento en que, según aseguró el vocero de la cancillería, Bahram Qasemi, Irán está en condiciones de elegir a sus amigos políticos y a sus socios comerciales.
Se trata sin duda alguna del comienzo de una nueva etapa de la colaboración entre ese Estado y América Latina y El Caribe, que no sólo fortalece la cooperación sur-sur, sino que contribuye a diversificar las relaciones económicas y comerciales entre las diversas regiones del mundo.