por María Josefina Arce
Aunque con pasos discretos, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, en el occidente cubano, se va perfilando como un motor impulsor de la economía del país caribeño. Ya hay 19 proyectos ubicados en el área, de ellos siete en operación, algunos de carácter temporal y otros de modo definitivo.
Los sectores de la biotecnología y la farmacéutica, el financiero y bancario, así como la industria de los materiales de la construcción están presentes en Mariel, donde en las últimas horas se iniciaron las obras constructivas de una nueva fábrica brasileña de cigarrillos.
La buena noticia se conoció en el marco de la Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2016, que se ha convertido en una de las mayores bolsas de negocios de América Latina.
La nueva fábrica es de la compañía mixta BRASCUBA Cigarrillos Sociedad Anónima, que desde hace 21 años une a las empresas Souza Cruz y Tabacuba, con grandes éxitos productivos.
La nueva instalación contará con la más avanzada tecnología de fabricación, lo que permitirá incrementar las capacidades productivas actuales de 4 000 millones de cigarrillos anuales a 15 000 millones.
Esto redundará en un mayor impulso a las exportaciones, destino al que se orientará el 20% de la fabricación, mientras el resto tributará al mercado nacional.
Otro de los elementos favorables está en la disminución de los costos a raíz de ventajas arancelarias que ofrece la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, lo que transformará a los cigarrillos cubanos en más competitivos de cara al mercado exterior.
Con un aporte conjunto de casi 100 millones de dólares, la planta cuenta con un diseño que garantiza los más avanzados niveles de cuidado medioambiental, y la seguridad y salud en el trabajo.
Pronosticada su apertura a finales de 2018, la edificación de esa fábrica es uno de los proyectos conjuntos que desarrollan en la actualidad Cuba y Brasil. Recordemos que el gigante sudamericano financió junto a La Habana la modernización del puerto del Mariel,calificada por el presidente cubano, Raúl Castro, como una obra para el presente y el futuro del país.
Las dos naciones han mantenido unas fluidas relaciones económicas, que llevaron a que Brasil se convirtiera en uno de los aliados estratégicos del archipiélago.
Desde 2008 la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Apex-Brasil, tiene un Centro de Negocios en La Habana.
En la Feria Internacional de La Ha¬bana del pasado año se firmó un acuerdo de cooperación entre la Cámara de Comercio de Cuba y la Federación de In-dustrias del Estado de Sao Paulo, para fomentar las relaciones comerciales y la inversión entre los dos países.
La colaboración entre ambas naciones se ha materializado también en proyectos para beneficiar a otros países. Tras el terremoto que en enero de 2010 devastó a Haití, se unieron Cuba y Brasil para contribuir a restablecer la infraestructura sanitaria del pequeño estado caribeño, el más pobre del hemisferio.
Fruto de esta solidaridad se levantaron tres hospitales y se instalaron laboratorios de Microbiología, que prestan servicios a pobladores del sur del territorio haitiano, con el objetivo de detectar las enfermedades transmisibles, muy frecuentes en Haití, y hacer estudios microbiológicos.
Cuba y Brasil mantienen desde los últimos años unas estrechas relaciones. Por eso FIHAV 2016 es un espacio idóneo para concertar nuevos proyectos conjuntos que permitan avanzar en el desarrollo de los dos pueblos.