Por: Roberto Morejón

Si bien los italianos están habituados a las crisis políticas por el carácter efímero del mandato de sus primeros ministros, la actual, desatada al dimitir Mateo Renzi, tiene alcances europeos.

El más joven Premier de la Italia bajo las reglas de la democracia burguesa se vio obligado a renunciar porque la reforma constitucional que promovió para recortar poderío al Senado, fue rechazada estrepitosamente en un referendo.

Renzi pudiera ser llamado nuevamente a ejercer sus funciones, aunque el presidente Sergio Mattarella tiene otras alternativas, entre ellas la convocatoria a elecciones anticipadas. Por esa última variante se inclinan muchos de los 25 partidos representados en el Parlamento, empeñados igualmente en aprobar en
Italia una nueva ley electoral, porque la actual es criticada al tener dos soportes diversos, uno en la Cámara y otro en el Senado.

Entre las formaciones políticas impulsoras de nuevos comicios destacan las del creciente arco conservador como Forza Italia, el populista Movimiento 5  Estrellas y la xenófoba Liga Norte.

Similar tendencia se advierte en Francia, donde se celebrarán elecciones en 2017, al igual que en Holanda y Alemania. Uno de los principales líderes del euroescéptico Movimiento 5 Estrellas, Alessandro Di Battista, está a favor nada menos que de un referendo en Italia sobre la permanencia del país en el euro.

Ese movimiento fundado por Beppe Grillo se empeña en destacar que los enemigos de Europa son los tecnócratas, los mismos que avanzaron  con la globalización neoliberal, ahora en la mira de los euroescépticos. Grillo, tildado de fascista por algunos de sus compatriotas, ya tuvo resultados electorales en las generales de 2013.

Otro de los colectivos políticos en ascenso en Italia defensor de elecciones anticipadas es la ultraderechista Liga Norte, cuyo líder, Matteo Salvini, hace oposición feroz a la inmigración.

La conservadora Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi, coquetea igualmente con las urnas para volver a la era de aquel omnipresente Premier, sacudido por escándalos.

NO son pocos los europeos que ven en la actual crisis política italiana la oportunidad esperada por los fanáticos para pugnar por el poder y arremeter contra estructuras continentales.

Presente está en las mentes el referendo con el que la mayoría de los británicos votó a favor de una salida de la Unión Europea.

Las figuras políticas conservadoras, llamadas antisistema, se sienten envalentonadas además por la victoria del inexperto en política, el estadounidense Donald Trump. Los europeos creen entonces tener razones para permanecer en vilo.