por Roberto Morejón

En medio de las arduas tareas de reconstrucción después del terremoto del 16 de abril último, los ecuatorianos fueron sorprendidos por nuevas réplicas, con pérdidas humanas y materiales, para hacer más difícil la recuperación.

El reciente temblor en la región costera norte de Ecuador dejó tres muertos, decenas de heridos y centenares de damnificados y los daños son cuantiosos, según opinó el presidente Rafael Correa, presente en el área del desastre.

Para mayor dolor y contrariedad, las sacudidas telúricas de diciembre se repiten en la provincia de Esmeraldas, con graves estragos por el devastador sismo de abril.

La respuesta gubernamental volvió a ser rápida y se desplegaron albergues provisionales, igual que en el anterior terremoto, cuyo desenlace fue de 670 muertos, más de 12 000 heridos y 30 000 personas sin vivienda.

Casi 3 000 réplicas se contaron en Ecuador desde el sismo de abril para sumir en la incertidumbre a muchas personas y afectar los programas turísticos.

La economía ecuatoriana sufrió golpes contundentes a causa de la peor catástrofe de los últimos 70 años en el país.

Los daños se calcularon en 3 000 millones de dólares y el gobierno debió invertir inicialmente más de mil millones en las faenas de reconstrucción y solicitar créditos a entidades foráneas.

La reconstrucción avanza sólidamente a partir del rediseño de poblados devastados, ya son transitables muchas carreteras y quedan menos damnificados en los albergues gubernamentales que acogieron a decenas de miles.

Además, se levantaron nuevamente casas, hospitales y escuelas y los estrategas de la recuperación atendieron experiencias similares de Chile y otras naciones.

El gobierno estableció un Plan de Reactivación Productiva y Económica para reconstruir poblaciones turísticas y altamente comerciales del noroccidente del país.

El plan comprendió la apertura de créditos, exoneraciones tributarias y aplicación de bonos y tasas de crédito preferenciales para la construcción de viviendas.

Sin embargo, la obra humana adelantada en Ecuador se ve ahora amenazada por las réplicas del sismo.

Los ecuatorianos prestaron atención a los científicos cuando llamaron a estar alertas porque la actividad sísmica continuará dada la composición de las placas del subsuelo frente al continente, con movimientos y convergencias permanentes.

Recordaron los expertos que Ecuador tiene variedad de ambientes geológicos que permiten la generación de los sismos.

Los caprichos de la naturaleza confluyen con los efectos de los desequilibrios económicos en el mundo, como lo ha sido el declive del precio del petróleo, exportado por Ecuador.

Solo un gobierno responsable y juicioso como el de ese país puede conducir al país por senderos seguros en momentos difíciles.