Por Gretchen Gómez González
Los Laboratorios Farmacéuticos, ubicados en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, se distinguen por garantizar medicamentos destinados al consumo nacional y a la exportación, con el ingenio, la investigación y el compromiso de sus trabajadores.
Ellos producen todas las vendas enyesadas y la mayoría de los sueros de cloruro de sodio, la dextrosa y las sales de rehidratación que se adquieren en las redes de farmacias y utilizan en las instalaciones médicas cubanas, así como una parte del cuadro básico de 849 renglones del registro nacional de medicamentos.
Dentro de estos toda la dipirona del país, el demandado alprazolam, el diazepam, la vitamina B1, la aspirina y el naproxeno, que es su medicamento estrella, el complejo vitamínico nutriforte y la peritoina.
Los tres últimos son exportados a Venezuela desde 2013 y han tenido un gran impacto entre la población.
Cinco comités de innovadores y racionalizadores que funcionan en el centro se destacan en la búsqueda de soluciones a los problemas, por lo que fueron distinguidos con la Condición 8 de Octubre, en la jornada que se realizó recientemente.
La creación de varias envasadoras dinamizó la producción de tabletas y tras la ingeniosa reparación del equipo autoclave y la construcción de una estera que agiliza el proceso, rompieron en 2015 el récord histórico de elaboración de sueros de cloruro de sodio, con 10 millones 100 mil bolsas y este año esperan superar ese monto.
También se logró acelerar el llenado de los tanques de las soluciones concentradas para hemodiálisis, con una máquina multillenadora creada por Ismael Paz Ayarde, lo cual le hizo merecedor en 2016 del Premio Mayor Impacto de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR).
No se descuidan las inversiones como son una nueva planta de tabletas y otra de sales de rehidratación, lo que nos permitirá ampliar los mercados, expresó su director, Jorge Orestes Fernández Batista.
El centro es, además, vanguardia en la introducción de productos naturales, con el registro de 14 de ellos, incluidos los solicitados leticina de soya y anamut, una línea que surgió en el 2000 como respuesta a la necesidad de cubrir su capacidad productiva y atender exigencias sociales.
MAS Y MEJOR SALUD PARA TODOS
Son reconocidas por los consumidores que se benefician en todo el territorio las ventajas de esos productos, por la calidad y mayores facilidades de uso respecto a los de vía dispensarial, aseguró Zoe Lemus, destacada científica que ha desarrollado gran parte de estos.
En las áreas de labor se respira un aire de pulcritud e higiene, reflejado en sus trabajadores vestidos de batas blancas, sus bocas y cabellos tapados, conscientes de que el extremo cuidado en su quehacer se revertirá en más y mejor salud para el pueblo.
Las mujeres le impregnan también una cultura del detalle, aseguró Fernández Batista, pues ellas representan el 52 por ciento de los 745 trabajadores y el 66 por ciento de la fuerza técnica y sobresalen por su dedicación, disciplina y entrega.
En estos laboratorios se llevan muy adentro las enseñanzas de Fidel Castro, creador del Grupo Empresarial BioCubaFarma al que pertenecemos, con una visión de futuro por lo que significan para la salud del pueblo cubano y otros hermanos del mundo a los cuales podremos ayudar, manifestó el director.
El colectivo, que ha mostrado disposición de cumplir cualquier tarea, incorpora en su actuar diario el concepto de Revolución expresado por Fidel, como garantía de calidad, sorteando poderosos obstáculos, que nos hacen superarnos cada vez más, señaló finalmente la fuente.
(Tomado de la ACN)