Por María Josefina Arce.
Al desarrollo de la biotecnología cubana se deben novedosos y eficaces medicamentos para el tratamiento de diversas enfermedades, que benefician hoy al pueblo cubano y a ciudadanos de otras naciones.
De alta puede considerarse la incidencia en el país del cáncer cutáneo, a causa del exceso de sol, específicamente la radiación ultravioleta. Alrededor de nueve mil pacientes por año se registran en territorio cubano, aunque la mortalidad es baja.
Ahora los cubanos aquejados por esta dolencia cuentan con HEBERFERON, un nuevo medicamento obtenido a partir de formulaciones biotecnológicas.
El fármaco fue lorado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana tras más de 20 años de investigaciones y ensayos clínicos.
Unos 800 pacientes se han beneficiado con ese medicamento, que se aplica de forma inyectable, alrededor de la lesión, tres veces por semana durante 21 días en el tratamiento de los carcinomas basocelulares de piel de cualquier subtipo, tamaño y localización.
Entre las potencialidades terapéuticas está que reduce la masa tumoral y cura las lesiones, evita complejas cirugías y sus secuelas, tiene excelente estética en el sitio de la inyección y mejora la calidad de vida de los pacientes.
Los especialistas aseguran que el HEBERFERON ha demostrado sus potencialidades, pues la mayoría de los pacientes tratados se han curado completamente y el resto ha mejorado de forma parcial: el tamaño del tumor se les ha reducido y por ende la cirugía que se les realiza es de menor tamaño.
El medicamento está en plena etapa de extensión en el país para los carcinomas basocelulares, y existe interés en otras naciones donde se prevé registrarlo posteriormente.
Actualmente está en fase de estudio para su aplicación además en tumores cerebrales y carcinomas renales.
El Centro de Ingenieria Genética y Biotecnología también produce una vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón nombrada “Cimavax EGF”, complementaria a otros tratamientos convencionales como la radioterapia y la quimioterapia, y aunque no cura la enfermedad, contribuye a controlarla y ofrece mejor calidad de vida al paciente, sobre todo en estados avanzados.
En la cartera de productos de la biotecnología y la industria farmacéutica cubana sobresalen asimismo el “Heberprot-P”, un medicamento para tratar la úlcera del pie diabético y evitar amputaciones, que se emplea en varias naciones por su reconocida eficacia.
Vacunas contra la hepatitis B y la meningitis también son resultado del gran desarrollo que tiene la biotecnología cubana, gracias al impulso dado a esta esfera por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, quien supo ver la importancia del desarrollo de la ciencia para una mejor salud de la población y el avance de Cuba en las diversas esferas de la vida socioeconómica.
