por María Josefina Arce
Cuba tendrá un digno sucesor en la presidencia pro témpore de la AEC, Asociación de Estados del Caribe. Por unanimidad resultó electa en La Habana para ejercer ese cargo Venezuela, con lo que se confirma el prestigio internacional con que cuenta en la actualidad el país sudamericano.
De hecho en días recientes, la Patria del Libertador Simón Bolívar fue reelegida para ocupar por segundo año consecutivo la presidencia del Comité Especial de la ONU para la Descolonización, en el que ha desempeñado un trabajo arduo y serio, reconocido por las naciones miembros.
Como bien dijera el presidente venezolano, Nicolás Maduro, "este es un reconocimiento a la patria bolivariana por su lucha por la dignidad y en pro de las causas justas, pese a las embestidas desmedidas que se ciernen, a lo interno y externo, contra el pueblo".
Como miembro de este mecanismo ha trabajado Caracas por avanzar en la integración de la zona y en defensa de la independencia y soberanía de las naciones caribeñas, así como en limar las desigualdades y avanzar en su desarrollo sostenible. Es así que gracias a la solidaridad que el fallecido presidente Hugo Chávez le impregnó a la Revolución Bolivariana muchas naciones bañadas por el Mar Caribe han recibido la ayuda de Venezuela.
PETROCARIBE es un ejemplo de ello. Nacido por iniciativa de Chávez para lograr la independencia energética de la región, también ha posibilitado destinar fondos a distintos proyectos sociales.
Al respecto naciones como Jamaica, San Vicente y Granadinas, El Salvador, Nicaragua, y Haití han agradecido a Caracas la solidaridad para el desarrollo de sus pueblos, y por la integración de los mismos.
"Lo que tenemos en la región son programas sociales, complementariedad y comercio justo", afirmó Daniel Ortega, presidente de Nicaragua al referirse a Petrocaribe.
A este mecanismo se suma la ayuda que brinda a otros países. Haití conoce muy bien del espíritu solidario de los venezolanos. La nación sudamericana fue una de las primeras en socorrer a las víctimas del devastador terremoto de 2010, que dejó cerca de 300 MIL muertos.
Junto a Cuba trabaja Venezuela por restaurar la infraestructura sanitaria del pequeño país caribeño, considerado el más pobre del hemisferio antes de la tragedia, a la que se sumó un brote de cólera.
El estado suramericano, también al lado de Cuba, ha dado vida a otros bloques para avanzar en la integración de los países del área. Ese es el caso del ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, desde la cual también promueve relaciones más justas y la cooperación solidaria.
Evidentes son los logros que en el plano interno registra hoy Caracas a favor de los sectores más humildes, siempre marginados y olvidados por gobiernos neoliberales, mientras que en el ámbito internacional es hoy un interlocutor al que se respeta.
Por eso su elección para ejercer la presidencia pro témpore de la Asociación de Estados del Caribe redundará, sin dudas, en el avance de ese bloque en la concertación de acciones conjuntas para avanzar unidos en el enfrentamiento a retos comunes y un desarrollo sostenible.