Por María Josefina Arce
Ecuador se prepara para la segunda ronda de las elecciones generales el domingo 2 de abril, en la cual se enfrentarán los candidatos del gubernamental Alianza País, Lenin Moreno, y del derechista Partido CREO-SUMA, que postula al banquero Guillermo Lasso.
La mayoría de las encuestas publicadas hasta el momento dan ventaja a Moreno, que representa la continuidad de las profundas transformaciones en beneficio de toda la sociedad que desde 2007 experimenta Ecuador bajo la presidencia de Rafael Correa, de Alianza País.
Ya en la primera vuelta, efectuada el pasado 19 de febrero, Moreno se impuso en las urnas con 39,36 por ciento y más de diez puntos de ventaja sobre su más cercano rival, el banquero Lasso, quien llegó a 28,09 puntos. Sin embargo, la normativa electoral establece un mínimo de 40 por ciento, por lo que fue necesario decretar una segunda ronda.
No obstante, Alianza País obtuvo un millón de votos más que CREO-SUMA. También consiguió la mayoría en la Asamblea Nacional y un contundente apoyo en una consulta popular para evitar que los funcionarios públicos puedan tener dinero en paraísos fiscales.
Pero a las puertas de esta segunda vuelta es importante observar la campaña sucia que durante todo el proceso ha desarrollado la desesperada oposición contra la dupla oficialista Moreno-Glas, especialmente a éste último a quien se pretendió vincular con actos de corrupción que nunca fueron demostrados.
Asimismo, tras conocerse los resultados, el propio presidente Correa denunció las maniobras de la derecha, que tras conocer los resultados acudió como siempre al manido argumento de fraude.
Pretexto que ya comienza a tratar de hacer circular y que ha llevado a que el jefe de la misión electoral de UNASUR en Ecuador, Alexander Vega, refutara dichos comentarios.
De hecho Vega pidió a los actores políticos actuar con "responsabilidad" durante la jornada electoral y mientras dure el conteo de votos.
Por su parte, el representante de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, Félix Ortega, destacó la facilidad y el acceso a la información que el Consejo Nacional Electoral ha proporcionado a los observadores para que ejecuten su trabajo, y puntualizó que muchos de los señalamientos hechos han sido tomados en cuenta y mejorado las condiciones de logística.
Para los observadores internacionales, que estarán también en esta segunda fase, el 19 de febrero pasado el pueblo expresó su voluntad en las urnas y el Consejo Nacional Electoral actuó de manera objetiva e imparcial.
Más de doce millones 816 mil ecuatorianos están llamados a acudir el domingo 2 de abril a las urnas para elegir al próximo presidente y vicepresidente de Ecuador,
pero también en esta segunda ronda está en juego el destino de Ecuador, si triunfa Moreno continuarán los cambios para bien de todos los ecuatorianos y que le han ganado al país andino un gran prestigio internacional, si por el contrario se impone Lasso a no dudar, que se retrocederá a los años de política neoliberal.
