por Nicanor León Cotayo

Medios de prensa informaron desde Miami que la congresista  Ileana Ros-Lehtinen respaldó el ataque aéreo contra Siria.Sucedió este viernes y ocasionó diversos muertos y heridos entre la población civil, incluidos niños.

¿Excusa? Sin pruebas, que las autoridades de Damasco utilizaron armas químicas prohibidas internacionalmente. ¿Quién asignó la misión de castigar lo acontecido? ¿El Consejo de Seguridad de la ONU? ¿El Congreso de Estados Unidos?

No, porque se enteraron del hecho cuando sus integrantes leyeron periódicos o vieron canales televisivos al otro día. Sin embargo, su Constitución dictamina que ello debe hacerse antes de ejecutar una acción de esa envergadura. Pero nadie la había encomendado a Washington y mucho menos cuando el mundo sabe que Siria está  ganando la guerra al terrorismo.

Voces multiplicadas en distintos lugares del planeta ya condenaron ese ataque y sus graves derivaciones para una humanidad repleta de calamidades.

Pero otra vez en Miami salió a flote una excepción cuando su congresista Ileana Ros-Lehtinen respaldó lo ejecutado. La CBS, emisora de la ciudad, informó que sus legisladores apoyaron el operativo militar decidido por Donald Trump. Sobresalió entre ellos la voz de Ileana cuando aseguró:

“Tenemos que asegurarnos de que Estados Unidos sigue siendo el líder del mundo”.

Y aún cuando la falta de evidencias impide formular determinadas acusaciones, ella subrayó:

“Pero también aclara a esos dictadores que el uso de armas químicas no se va a permitir”.

Ella finalizó con una sentencia, “no vamos simplemente a voltear la cabeza y fingir que no está sucediendo”.

Sin embargo, resultó imposible sepultar una de las hondas ilegalidades cometidas al llevar a cabo el zarpazo aéreo. Lo desnudó un miembro del Congreso, el representante demócrata  Debbie Wasserman Schultz, quien dijo en un comunicado:

"El ataque de anoche con misiles a la base aérea de al-Shayrat  fue una respuesta medida y adecuada”.

Pero a continuación escribió que tenía una preocupación y al describirla, ni su lenguaje diplomático logró borrarla. “… y es que en futuras acciones militares el Congreso debe participar”.

"Tengo serias preocupaciones acerca de las declaraciones irresponsables a principios de semana de la administración Trump”.

Su comunicado agrega, también hay que dar el ejemplo, “lo que significa asegurar que actuamos de acuerdo a nuestra Constitución”

Si el presidente Trump cree que debemos participar en nuevas hostilidades, es necesario obtener una autorización del Congreso.

Otros legisladores, sin echar a un lado su resbaladizo lenguaje, avalaron implícitamente esos puntos de vista.

La ultraderecha de origen cubano de Miami ha vuelto a enriquecer sus vergonzosos antecedentes, así como a clavar otro puñal a su escala de valores.