Colombia ante los retos de la paz

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2017-08-31 11:19:09

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Foto:Archivo (Imagen Ilustrativa)

Gran expectativa existe ante los anuncios que deben hacerse este viernes, cuando se darán a conocer los resultados del Congreso Nacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC-EP, donde se adoptarán las bases programáticas para continuar la lucha por vías políticas hacia la construcción de un nuevo país, donde primen la justicia, la igualdad y el respeto por los demás.

Si bien muchos medios centran la atención en lo que será el nombre de la organización que emergerá de este evento, su bandera, colores y otros símbolos externos, lo más importante radica en la estrategia en la nueva etapa, que no está exenta de graves peligros y amenazas.

Tampoco es que se esperen grandes sorpresas, pues numerosos dirigentes de la organización rebelde adelantaron que el propósito es el mismo, transformar a Colombia por medios políticos, y así lo ratificó el líder Rodrigo Londoño, también conocido como Timoleón Jiménez, en la jornada inaugural del Congreso.

“Las FARC-EP, el glorioso movimiento armado revolucionario nacido el 27 de mayo de 1964, nos trasformaremos a partir de este evento en una nueva organización exclusivamente política, que ejercerá su actividad por medios legales. Esto no significa que renunciemos de algún modo a nuestros fundamentos ideológicos o proyecto de sociedad”, dijo el dirigente.

Es decir, hay un cambio en la táctica y la estrategia, pero no en el objetivo de la lucha que durante medio siglo estuvo centrada en la vía insurreccional armada.

Agregó el líder que continúa la batalla por el establecimiento de un régimen político democrático, que garantice la paz con justicia social, los derechos humanos, y un desarrollo económico con bienestar para todos los colombianos.

Entre los compromisos en esta nueva etapa, Londoño precisó la necesidad de actuar con modestia, con respeto por los demás. “No necesitamos convencernos de que somos revolucionarios, sino sumar más y más gente al proceso por las grandes transformaciones del país”, destacó.

Los retos son ingentes, y quizás una pequeña muestra de ellos sea la actitud del alcalde de Bogotá, Enrique Peñaloza, que no permitió el inicio de las labores para el acto público previsto en la Plaza Bolívar este viernes, donde se darán a conocer los resultados del congreso constitutivo de la nueva organización política.

Peñaloza cedió así a las presiones del partido Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe, uno de los más furibundos opositores a esta nueva etapa.

Otra de las incógnitas es conocer si el gobierno del presidente Juan Manuel Santos será capaz de garantizar la seguridad de los excombatientes, habida cuenta de que en lo que va del año más de cien activistas y dirigentes sociales fueron asesinados, sin ninguna reacción por parte de las autoridades.

Santos parece más preocupado en atacar a la vecina República Bolivariana de Venezuela, que de construir un ambiente de concordia y reconciliación en su país.

Tarea dura para el Premio Nobel de la Paz, que tendrá que demostrar que merece una distinción que parece haber sido otorgada de manera muy anticipada.

Queda camino, mucho camino por andar en Colombia, para restañar las heridas de la guerra y construir una nueva nación sin violencia, dolor e injusticias.(Fuente/Guillermo Alvarado)



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