Por: Roberto Morejón
Cuba requiere un flujo de capitales de más de 2 mil millones de dólares anuales para imprimir más velocidad al crecimiento del Producto Interno Bruto, de ahí la importancia de absorber inversiones extranjeras, y a ello aportan las Ferias de La Habana.
La trigésimo quinta edición se iniciará el próximo día 30 con las expectativas de ofrecer una vitrina de las posibilidades de la economía interna y adelantar negociaciones en busca de acuerdos.
Con la participación anunciada de casi 70 países se asegura un buen caudal de viables socios extranjeros.
Los organizadores de la principal bolsa comercial cubana insisten en destacar la sostenida participación foránea de hombres de negocios, un rasgo meritorio ante la obstinación del bloqueo, renovado por la administración de Donald Trump.
Si bien el inquilino de la Casa Blanca aplicó nuevas cortapisas y asestó un golpe al proceso dirigido a la normalización de las relaciones, aun así estarán presentes en la feria capitalina 16 empresas estadounidenses.
Junto a esos ejecutivos acudirán otros como los de Canadá, un socio tradicional de Cuba, siempre con interesantes sugerencias en una de las principales bolsas comerciales de la región.
Más de tres mil expositores foráneos y otros concurrentes tendrán la facilidad de conocer las invitaciones de la parte cubana a las inversiones extranjeras.
En efecto, Cuba publicará la tercera actualización de su cartera de oportunidades de negocios, esta vez más amplia en número de proyectos y en la oferta de capitales a captar, además de que tres centenares de empresas del patio exhibirán productos y servicios.
Desde ahora muchas miradas se dirigen a esta feria multisectorial realizada ininterrumpidamente desde mil 983, en tiempos incluso muy duros por las limitaciones materiales del país.
NO es menos severo el presente período, pues además del omnipresente bloqueo estadounidense y la condición de país pobre, Cuba sufrió los embates del devastador huracán Irma y si bien se carece de cifras, es fácil percibir lo costoso de la recuperación.
Además, al concluir el primer semestre las autoridades informaron sobre una tensa situación con la disponibilidad de divisas, combustibles y el nivel de las deudas bancarias, todo ello matizado por la agudización de la sequía.
Si bien ese fenómeno se atenuó por las frecuentes lluvias posteriores, el desempeño de la economía nacional NO está aislado del difícil entorno internacional.
En esas circunstancias es determinante una eficiente promoción de las potencialidades económicas de Cuba y atraer más capitales.
Se trata de un recurso que tal vez inquiete a algunas mentalidades cerradas, opuestas a admitir que todo NO puede conseguirse en Cuba con las contribuciones locales.