Por María Josefina Arce
La comunidad internacional se encuentra reunida en Alemania para elaborar las normas de aplicación del Acuerdo de París, logrado en 2015 en la capital francesa y que estableció un plan de acción mundial que pone el límite del calentamiento global por debajo de 2 grados celsius.
En Bonn además, se abordarán hasta el venidero día 17 los programas de los diversos países para enfrentar el cambio climático y la necesidad de profundizar estos compromisos en aras de preservar al planeta y a la humanidad.
Cuba como el resto del mundo no escapa a esta problemática, agravada por su condición insular, a pesar de contribuir con apenas 0,08 por ciento a las emisiones globales de los gases de efecto invernadero.
La principal amenaza que enfrenta es el ascenso del nivel medio del mar, pues se estima que este suba unos 27 centímetros para el año 2050, y 87 centímetros para el 2100, lo cual provoca la disminución de la superficie terrestre y la salinización de los acuíferos subterráneos. Los estragos también son provocados por un clima cada vez más cálido y extremo.
Por eso el gobierno ha adoptado un ambicioso plan denominado Tarea Vida, que en opinión de los especialistas es una continuación del pensamiento del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, quien tan temprano como 1992 en la llamada Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro alertó sobre la amenaza que se cernía sobre la humanidad.
Esta iniciativa, que recoge la voluntad del gobierno cubano de enfrentar el cambio climático, fue presentado por la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, en París, ante un grupo de diplomáticos, especialistas y representantes de organismos internacionales.
De una significativa estrategia para el presente y sobre todo el futuro de la nación, definió el presidente Raúl Castro el plan, aprobado en abril pasado por el Consejo de Ministros.
Tarea Vida es la estrategia más abarcadora e integral de todas las que han elaborado los científicos cubanos, pues precisa lugares y acciones a acometer en el corto, mediano, y largo plazo.
Contempla cinco acciones estratégicas y 11 tareas dirigidas a contrarrestar las afectaciones en las zonas vulnerables. Es así que está dirigida a proteger zonas costeras, asegurar la disponibilidad y el uso eficiente del agua y los suelos.
Asimismo, busca detener el deterioro de los arrecifes de coral, así como el fomento de las energías renovables, la eficiencia energética, la seguridad alimentaria, la salud y el turismo.
El documento plasma la decisión gubernamental de no permitir la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos costeros amenazados y adaptar las actividades agropecuarias a los cambios en el uso de la tierra como consecuencia de la elevación del nivel del mar y la sequía.
Sólidas bases científicas tiene este programa de una complejidad elevada, pues necesita de inversiones ambientales que se caracterizan por su alto costo y por requerimientos especiales.
Cuba dispone hoy de un plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático de mayor alcance y en el que están implicados diversos ministerios, organizaciones de masas y la población en general, pues preservar nuestro entorno y la vida en general es tarea de todos.