Por María Josefina Arce
En el 2017 Cuba destinó cuantiosos fondos a la rehabilitación de las redes hidráulicas para garantizar el abastecimiento de agua a toda la población y a ramas esenciales de la economía como la agricultura, la industria y el turismo, dada la intensa sequía que vivió el país durante el año, aunque el paso del huracán Irma en septiembre pasado trajo un cierto alivio por las intensas precipitaciones.
En los recientes debates del Parlamento cubano se pudo conocer que el complejo y ambicioso proceso inversionista, cuyo plan de ejecución de este año totaliza los 482 millones 918 mil pesos, permitió beneficiar a casi dos millones de personas, fundamentalmente en las provincias de La Habana, Santiago de Cuba y Camagüey.
Un millón 624 MIL ciudadanos fueron favorecidos con mejoras en los servicios de abasto del preciado líquido, mientras que otras 168 mil fueron beneficiados en el saneamiento.
Junto a la rehabilitación de los sistemas hidráulicos en varias ciudades, también el plan comprendió la instalación de plantas potabilizadoras y desalinizadoras, la hidrometría y los trasvases, entre otros programas de alto impacto para el país.
En cuanto a los trasvases una de las obras más impresionantes que se desarrolla en Cuba es la del Este Oeste, situada a orillas de la presa Mayarí, la cual almacena hoy algo más de 366 millones de metros cúbicos de agua.
Precisamente en los últimos días el primer vicepresidente cubano Miguel Díaz Canel recorrió las instalaciones de la colosal obra en la provincia de Holguín, que en la conclusión de su segunda etapa posibilitará poner bajo riego 12 800 hectáreas destinadas a la producción agrícola, incluido el cultivo de caña.
Esta instalación también tendrá un gran impacto en la generación de electricidad, gracias a la pequeña central hidroeléctrica construida en la margen derecha de la presa Mayarí.
Durante este año fueron asimismo, instalados 277 kilómetros de redes y 204 kilómetros de conductoras, en tanto se concluyeron 168 obras, de ellas 133 aptas para su uso inmediato.
En La Habana las labores de rehabilitación de redes influyó positivamente en más de 600 mil habitantes de la capital, quienes se beneficiaron de las 70 obras puestas en servicio, las cuales dieron respuesta a planteamientos y quejas de la población, otro aspecto que también centró los debates del Parlamento.
Sobre el alcantarillado y drenaje destacan las inversiones efectuadas en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Luyanó IV, en el capitalino municipio de 10 de Octubre, la cual tratará un caudal de 200 litros por segundo y será la más grande de Cuba.
Desde hace cinco años la empresa Aguas de La Habana inició un plan estratégico para disminuir las pérdidas, mejorar y ampliar el servicio de agua potable, el cual contempla la rehabilitación de redes, la interconexión de los sistemas que permitan adecuar los ciclos y horarios de distribución, así como la detección de fuentes alternativas de abasto.
Para el 2018 se trabaja en la aprobación y materialización de nuevas fuentes externas de financiamiento para respaldar el programa hidráulico nacional, especialmente la adquisición de equipos necesarios para avanzar en la rehabilitación de las redes hidráulicas del país y continuar garantizando el agua a todos los ciudadanos.
