Occidente recrudece sanciones contra Rusia en momentos claves

Editado por Maite González Martínez
2018-03-16 08:24:46

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Por: Roberto Morejón

Rusia llega a nuevas elecciones presidenciales en medio de la estabilidad política interna, los intentos por desarrollar su economía y una cruzada occidental de sanciones como en la época de la guerra fría.

Ocho candidatos entre políticos conocidos y aspirantes alejados de los habituales círculos del gobierno y el Estado se disputarán la presidencia el 18 de marzo.

El Jefe de Estado, Vladimir Putin, goza de las mayores intenciones de voto, por lo que se vislumbra un cuarto mandato de quien también ejerció como primer ministro entre 2008 y 2012.

“Un presidente fuerte, un país fuerte”. Así reza el lema de campaña de Putin con el cual sus seguidores desean darle continuidad a una característica que el candidato supo acuñar por su imagen y las decisiones tomadas, aun bajo presiones desde el exterior.

Estados Unidos y los países europeos insistieron en castigar a Rusia por la adhesión de la península de Crimea y el apoyo decisivo otorgado al gobierno sirio en su lucha contra los terroristas.

Tampoco la Casa Blanca y aliados al otro lado del Océano Atlántico aceptan que Rusia prosiga las relaciones económicas y políticas con el gobierno constitucional de Venezuela porque anhelan cercarlo.

Mucho le ha costado a los rusos atenuar el impacto de las sanciones económicas aplicadas con argumentos absurdos, como el esgrimido esta semana.

Gran Bretaña y Estados Unidos sancionaron a Rusia luego de que Londres lo responsabilizara por el envenenamiento de un doble ex agente secreto en la sureña ciudad de Salisbury el 4 de marzo.

Rusia consideró las acusaciones inadmisibles e infundadas, destacó la carencia de pruebas y advirtió sobre una próxima respuesta a las medidas hostiles tomadas por la primera ministra británica, Theresa May.

De esa forma las relaciones entre los países occidentales y Rusia se deterioran aún más, pues en 2016 se desató otra crisis por la supuesta intervención de Moscú en la campaña electoral en Estados Unidos.

Analistas señalaron que Gran Bretaña y otros países occidentales atizan el diferendo con Rusia para alterar la buena marcha de los comicios allí y el venidero mundial de fútbol.

Significativamente, el experimentado canciller ruso, Serguei Lavrov, consideró irrazonable la hipótesis de que su gobierno ordenara una acción contra un doble ex agente secreto en el Reino Unido a pocos días de la jornada electoral en la nación euroasiática.

Más allá de los manoseados argumentos para atacar a Rusia, se pretende castigar a Putin por afianzar a su país como un potente y estable interlocutor internacional, nada complaciente con los dictados geopolíticos de Estados Unidos y sus aliados.



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