Por Nicanor León Cotayo
Medio año después de que el poderoso huracán María devastó a Puerto Rico, el presidente Donald Trump no priorizó la ayuda a ese territorio.
Este miércoles el periodista ultraderechista de origen argentino, Andrés Oppenheimer, columnista del Nuevo Herald, escribió que Trump envió mucha más ayuda a las víctimas del huracán Harvey en Texas que a las de Puerto Rico, aunque la isla sufrió pérdidas mucho mayores.
Señaló que poco después del huracán que barrió con Puerto Rico, recibió muchas críticas por señalar la “tardía y poco entusiasta” respuesta de Trump a la crisis humanitaria de esa isla.
El periodista afirmó que Trump “parece ajeno al hecho de que las 3,4 millones de personas que viven allí son estadounidenses”.
En su columna, afirmó que el mandatario visitó Texas dos veces después de Harvey, Florida cinco días después del Irma, mientras a Puerto Rico dos semanas después.
Y cuando finalmente lo visitó ofendió a las víctimas al arrojarles rollos de papel sanitario.
Se refiere a lo publicado en el sitio digital político.com acerca de un informe detallado ratificando así el doble rasero de la actual Casa Blanca con los huracanes en Texas y Puerto Rico.
Algunos ejemplos al respecto:
La agencia gubernamental encargada de ayuda en desastres naturales FEMA (por sus siglas en inglés) aprobó 141,800 millones de dólares para las víctimas en Texas, mientras solo 6 mil para las de Puerto Rico.
Durante los primeros nueve días entregó 5,100 millones de cajas de alimentos y solo 1,600 a Puerto Rico.
El gobierno federal envió 30 mil trabajadores a Texas y 10 mil a Puerto Rico.
Después de dos meses y medio fue aprobado el 39 por ciento de las solicitudes federales de las victimas de Texas mientras el 28 por ciento de las correspondientes a Puerto Rico.
Pasados seis meses fueron aprobados fondos para alrededor de una docena de proyectos de reparación de escuelas y carreteras en Texas y ninguno para Puerto Rico.
Oppenheimer considera que es posible existan algunos atenuantes, como la prohibición que los puertorriqueños puedan votar en las elecciones de Estados Unidos y el desprecio reiterado que muestra el presidente hacia los latinos.
Finalmente, el columnista en su artículo señala que “Donald Trump ha llamado a los inmigrantes latinos delincuentes y violadores y describió a El Salvador y Haití como países de mierda”.
Y añadió: “es difícil excluir el desdén -o el racismo- como una de las principales causas de la respuesta tardía de Trump a la tragedia de Puerto Rico. Si algo se parece a un pato, nada como un pato y suena como un pato, lo más probable es que sea un pato”.
Esta controversia entre Oppenheimer y Trump resulta interesante pues no estamos en presencia de figuras progresistas, sino todo lo contrario.
Esta vez con una singularidad, que el primero le canta duras verdades al segundo y lo deja sin respuesta creíble.
Pero sí hay algo que los funde como un todo: ambos son dos lobos que pertenecen a igual manada.
(Tomado de Cubasí)