Lula: una decisión injusta con pruebas insuficientes

Editado por Maite González Martínez
2018-04-05 07:38:49

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Imagen ilustrativa. (Foto/archivo/internet)

Por: Roberto Morejón

La derecha brasileña prosiguió su frenética carrera para impedir la participación del expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva en los comicios de octubre y logró que la alta corte negara un recurso de habeas corpus al popular político.

El Superior Tribunal Federal rechazó un recurso del ex líder metalúrgico para evitar su envío a prisión por una condena por corrupción, de la que se declara inocente.

Si bien el más popular de los presidentes brasileños en tiempos recientes puede recurrir a otra instancia, todo apunta a que la justicia ordenará su encarcelamiento.

Sin embargo, millones de simpatizantes del ícono de la izquierda brasileña NO creen en la pureza de este drama judicial e insisten en denunciar la burda maniobra para aniquilarlo políticamente.

Numerosas fuerzas y personajes unieron energías para presionar al Supremo Tribunal Federal. El poder mediático con O Globo a la cabeza y los conservadores que calzan la campaña del diputado Jair Bolsonaro de cara a las presidenciales pescaron en río revuelto.

Ellos promovieron manifestaciones contra Lula para presentar la imagen de un país supuestamente dividido en dos bandos, a favor y en contra del habeas corpus, y así minimizar el alcance de las demostraciones de aliento a quien gobernó entre 2003 y 2010.

Pero el que crispó más el escenario político brasileño fue el comandante en jefe del ejército, Eduardo Villas-Boas, quien en un mensaje en la red social Twitter asedió a los jueces al advertir contra la impunidad.

Al menos tres generales se sumaron a la diatriba de Villas-Boas en una burla a la sacrosanta independencia de poderes de que blasonan las democracias burguesas.

El ruido de sables fue un ultimátum a los magistrados solo posible porque en Brasil prevalecen los desafueros desde el desalojo del poder de la expresidenta Dilma Rousseff mediante un golpe palaciego.

Hablamos de un país donde acribillan a balazos a la concejal y líder de masas Marielle Franco y el ejército toma el control de asentamientos civiles.

La convulsión en Brasil también se ilustró cuando grupos NO identificados dispararon contra la más reciente de las caravanas protagonizadas por el líder del opositor Partido de los Trabajadores.

A la violencia se une como expresión de la crisis institucional que menos de 20 por ciento de los ciudadanos confía en el Congreso y el presidente NO electo Michel Temer tiene 3 por ciento de aprobación.

Entonces a la derecha NO le pareció descabellado apartar a Lula de la ruta hacia a la presidencia por cualquier vía, incluso soslayando un referente de la Carta Magna: “Ningún preso debe considerarse culpable hasta el tránsito en juzgado de una sentencia penal condenatoria”.

A Lula lo condenaron por adelantado porque, como dijo Dilma, el juicio en su contra “es un nuevo acto de golpe en Brasil”.



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