Por María Josefina Arce.
Voz propia es lo que caracteriza a las Cumbres de los Pueblos, un espacio alternativo a la cita de jefes de estado y de gobierno de la llamada Cumbre de las Américas y que en esta ocasión tiene como sede a Lima. En la capital peruana se dará cita la sociedad civil de los países del área para una vez más consensuar posiciones en aras de una América Latina unida.
Una constante desde 1998 en Chile son estos encuentros, que tienen su esencia en la defensa de la soberanía, del derecho de cada nación a escoger su camino y hacer un frente común ante los enemigos de los procesos a favor de los más humildes.
Nacidos ante la necesidad de que sean escuchados los pueblos, la cita de Lima tiene especial connotación, ante el escenario actual, en que lo más reaccionario del continente, en contubernio con Estados Unidos, pretende echar por tierra las conquistas de los últimos años y arremete contra gobiernos y personalidades políticas representantes de los intereses de los sectores más vulnerables.
La Cumbre de los Pueblos es sin dudas, un evento necesario y también demostrativo de la capacidad de los pueblos de luchar por sus derechos y de su compromiso por construir un mundo mejor.
Campesinos, obreros, intelectuales, estudiantes, mujeres, defensores de los inmigrantes, entre otros sectores de la sociedad civil, estarán presentes en Lima, donde importantes temas será debatidos como los intentos de Estados Unidos de utilizar la Cumbre para volver a aislar a determinados países que no son afines a sus intereses y no se doblegan ante presiones, ni chantajes.
Por eso una de las prioridades será la solidaridad con la causa de Venezuela, excluida de la cita hemisférica, como estuvo marginada Cuba durante décadas por imposiciones norteamericanas.
También fijará posición frente a la decisión de la justicia brasileña de encarcelar injustamente al expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, informaron los organizadores del encuentro.
Tenemos que pronunciarnos, dijo Jerónimo López, secretario general de la CGTP, Confederación General de Trabajadores de Perú, al expresar la solidaridad de la central obrera con el ex gobernante brasileño, que encabeza las encuestas con vista a las elecciones generales de octubre venidero en el país sudamericano.
Aseveró que el fallo adverso forma parte de la ejecución de una estrategia de Estados Unidos y sus aliados derechistas del continente, “para frenar los avances logrados por los países de América Latina bajo gobiernos progresistas”.
El impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington durante más de medio siglo al pueblo cubano y la ocupación ilegal del territorio de Guantánamo, en el oriente de la Mayor de las Antillas, igualmente estará en el centro de preocupación de los participantes en el evento de Lima.
Esta nueva Cumbre de los Pueblos será una oportunidad para dejar claro que la sociedad civil latinoamericana y caribeña está alerta y busca consensuar acciones ante la contraofensiva geopolítica neoliberal de Estados Unidos y sus aliados regionales, que va contra los derechos de la mayoría de los ciudadanos del continente.